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Manzana de Montaña: diferenciación, calidad y desarrollo de marca para su valorización

Ofrecer un producto de calidad constante a lo largo del tiempo, en su punto justo de maduración, con una calidad gustativa que haga repetir la compra y con una identificación de producto para poder identificarlo en los puntos de compra son los retos a alcanzar.

 

El pasado 1 de octubre tuvo lugar, en La Seu d’Urgell (Lleida), la 5ª jornada de Fruticultura de Montaña, organizada por el IRTA en colaboración con el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DAAM) de la Generalitat de Catalunya y el apoyo del Ayuntamiento de la Seu d’Urgell y del Consejo Comarcal de l’Urgell. La jornada contó con la participación de más de 80 asistentes de diferentes lugares, muy implicados en este tipo de producción, que supone un complemento a las diferentes opciones productivas de fruta en zonas de llanura y una posibilidad para el desarrollo de zonas de montaña con la producción de un producto de calidad y de proximidad.
 

Producción ecológica
La primera charla, a cargo del investigador del Centro de Investigación de Laimburg (Laimburg, Italia), Dr. Markus Kelderer, puso de manifiesto que se trata de una producción que, a pesar de no ser muy importante respecto a la producción total de manzana, muestra un crecimiento sostenido en los últimos años. La provincia de Tirol del Sur (Italia) es una de las zonas donde este tipo de producción está muy bien consolidada y constituye una opción productiva con buenas perspectivas, dado el crecimiento sostenido del consumo en los países del norte de Europa, e incluso en Italia, a pesar de la crisis. La tecnología de producción se ha ido afinando gracias al apoyo de la investigación y la innovación. Sin embargo, este tipo de producción presenta más riesgos que la producción integrada, con producciones inferiores pero precios superiores y más constantes en el tiempo. Para definir las variedades a producir, es imprescindible analizar el mercado donde va destinado este tipo de producción.
 

Ayudas a plantaciones en zonas de montaña
La segunda charla corrió a cargo de Ramón San Feliu, del DAAM, que expuso las ayudas de las que pueden disponer las empresas agrarias para sus inversiones en el marco del nuevo PDR recientemente aprobado. Cabe recordar que la plantación de manzano requiere inversiones elevadas que oscilan entre 30 y 40.000 €/ha, y disponer de una ayuda financiera con condiciones interesantes es muy importante.
 

Manzanos de montaña en Cataluña
A continuación, el investigador del IRTA y responsable de la fruticultura de montaña, Dr. Ignasi Iglesias, hizo un repaso de lo que supone la producción de manzana de montaña alrededor del binomio territorio (zonas de montaña) y producto (manzana). En cuanto al territorio, genera una actividad económica complementaria con las existentes, lo revaloriza y, a la larga, permite fijar la población en muchas zonas que se encuentran en riesgo de despoblamiento y con muy pocas opciones para diversificar la actividad económica existente.

Respecto al producto, la manzana, España es fuertemente deficitaria, con importaciones de más de 200.000 toneladas anuales, principalmente de Francia y de Italia. Esta importación es, mayoritariamente, de manzana con marca, como es el caso de la Perlim, Melinda, Val Venosta o Marlene. Por otra parte, ha quedado patente a lo largo de los 6 años de experiencia que tanto la producción como la calidad obtenidas validan plenamente el proyecto. Cataluña dispone en la actualidad de plantaciones de manzano en altura en siete comarcas, con un total de 66 hectáreas y una producción prevista para este año de 720 toneladas.
 

Valorización del producto
Finalmente, en la mesa redonda celebrada para la clausura, participaron una serie de expertos tanto en la producción como en la comercialización de manzana y otros productos frescos, como es el caso de Supermercats Pujol (Plus Fresc) de Lleida, con Xavier Navarro, que apuesta por productos frescos, de calidad y de proximidad, ligados al territorio, y ver cómo sus productores ven remunerado su actividad productiva. Como ejemplo de este tipo de producción, se ha desarrollado la marca 'Manzanas del Cadí', para comercializar la manzana producida en el Alt Urgell (en las poblaciones de Adrall y Arfa).

A continuación intervino Andrea Erruz, de la empresa Frutas Erruz (Paracuellos del Jiloca, Zaragoza), especializada en la producción y comercialización de variedades tradicionales de manzana y pera, a las que ha añadido valor y reconocimiento por el consumidor con la marca 'Erruz' para la variedad tradicional Verde Doncella. Para esta empresa, mantener una calidad constante, con un producto de marca y promocionarlo mediante campañas publicitarias en los medios, son las claves para su valorización.

Félix Vázquez representó a la empresa Frutas Vázquez, ubicada en Madrid, y considerada como la frutería más selecta de España, con una apuesta por la calidad y satisfacción del consumidor con una continua comunicación de las características y del valor nutricional de las frutas y verduras situadas en sus lineales

Finalmente, Jordi Ametller, de la empresa Casa Ametller, se puso como ejemplo de valorización de una producción propia, con una apuesta de valor y que tiene como destino el consumidor y su satisfacción. Su sueño, 'Liderar una revolución alimentaria donde el origen esté al servicio de la salud'. Este proyecto, iniciado hace 8 años con las primeras fruterías en Barcelona, se ha convertido en la actualidad en una empresa que factura 120 millones de euros anuales, dispone de 81 tiendas por todo el territorio catalán, ocupa a 1.200 personas y dispone de 3.000 hectáreas de diferentes cultivos por toda la península.

En resumen, todos los ponentes de la mesa redonda dieron un mensaje coincidente con respecto al consumo y a la valorización de la fruta de un sector con muy buenas perspectivas si las cosas se hacen bien. Se trataría, pues, de ofrecer fruta, un componente clave de la dieta mediterránea y con un potencial de crecimiento muy importante, por la cada vez mayor preocupación y sensibilización de las sociedades desarrolladas por la salud ligada en buena parte al consumo de fruta. El consumo depende en gran medida del grado de satisfacción del consumidor, ligado a un estado óptimo de madurez, y ese es el reto de toda la cadena de valores para los próximos años.
 

Conclusiones
Tenemos, en nuestro país, las mejores condiciones edafoclimáticas de la Unión Europea para la producción de la mayoría de muchos productos hortofrutícolas donde España es líder. Ofrecer un producto de calidad constante a lo largo del tiempo, en su punto justo de maduración, con una calidad gustativa que haga repetir la compra y con una identificación de producto para poder identificarlo en los puntos de compra son los retos a alcanzar. Y además, acompañado por una promoción y comunicación como parte ineludible de la estrategia de venta.

Lo que falta es saber si nuestro sector productor se ve capaz de asumir estos retos. Y uno de estos retos pasa por saber valorizar las futuras producciones de manzana de montaña que, como se ha constatado en los dos primeros años de producción, ofrece una calidad diferenciada que se debe valorizar con una estrategia de marca y de comunicación. El camino se ha iniciado y el destino está en nuestras manos, fue la conclusión final de la jornada.