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Cítricos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“Si los precios de los productos dependen de decisiones políticas, se tendrán que habilitar instrumentos que compensen estas enormes pérdidas”

 

Tras analizar las cotizaciones de las últimas semanas de las zonas productoras, la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha resaltado el desplome del limón Verna hasta situarse un 75% más bajo que en las mismas fechas de la pasada campaña. Además, la paralización de las ventas «ha provocado que solo se haya recolectado el 30% de la producción estimada».

Unión de Uniones ha destacado que, en apenas dos semanas de inicio de la actual campaña de recolección, «las perspectivas para los productores de limón de Murcia, Comunitat Valenciana y Andalucía no pueden ser más desfavorables». Esta misma semana la cotización del limón Verna se ha situado entre los 0,20 y 0,25 €/kg y en la anterior variaba entre los 0,35 y 0,40 €/kg, lo que significa que en apenas unos días hayan descendido un 40%. También ha indicado que «con estos datos el precio del limón Verna se sitúa en los valores más inferiores que se recuerda de los últimos años, ya que ni siquiera en 2012, con precios de alrededor de 0,39 €/kg, se había cotizado en unos umbrales tan bajos».

Asimismo, de las 380.000 toneladas previstas en esta temporada para esa variedad, apenas se han recolectado 114.000 cuando falta un mes y medio aproximadamente para concluir la campaña. La situación en la variedad Verna «se suma a la nefasta campaña de la del limón de la variedad Fino, en la que ya se denunció el pasado mes de febrero que era una de las peores que se recordaban debido a la caída de los precios prácticamente a la mitad como consecuencia del aumento de las exportaciones de limón turco».

El aumento de la producción en esta campaña sobre la anterior podría ser un argumento para darse esa situación, sin embargo la cosecha pasada fue anormalmente baja y este hecho, a juicio de Unión de Uniones, «no explica esta bajada tan brutal, ya que en campañas anteriores en que la producción fue superior los precios también fueron bastante superiores».

El incremento de las importaciones de limones de Argentina; junto a la amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de aumentar los aranceles a los limones mejicanos que ha propiciado un desvío de las importaciones de éstos a la Unión Europea, podrían ser las principales causas según la organización de esta fuerte caída del precio del limón.

Al respecto, Unión de Uniones ha comentado que «observa con preocupación cómo cualquier aspecto de la política internacional acaba siempre por perjudicar al sector productor español y fundamentalmente al hortofrutícola mediterráneo y por ello reclama a las Administraciones y a la UE que contemplen las posibles repercusiones para el sector citrícola en los acuerdos comerciales que se negocian en estos momentos como es el caso de Mercosur o México».

El responsable del sector de cítricos de la Unión de Uniones, Carles Peris, ha subrayado que «no puede ser que seamos siempre los mismos quienes paguemos los platos rotos que otros provocan», para añadir que «la situación ya es lo suficientemente complicada como para competir en desigualdad de condiciones con otras citriculturas que poseen medios de producción infinitamente más baratos que los nuestros y encima tener que soportar la ineficacia de nuestros gobernantes a la hora de defender nuestros derechos».

Además, Peris ha afirmado que «si los precios de los productos dependen de decisiones políticas, se tendrán que habilitar instrumentos que compensen estas enormes pérdidas que los perjudiciales tratados de la UE o los vetos a nuestros productos como el ruso provocan en la economía del sector productor y que además no se debe olvidar que mantenemos el territorio y creamos riqueza en los pueblos».

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La Comisión Europea (CE) ha designado recientemente los cinco centros o consorcios que ejercerán como laboratorios de referencia europeos (EURL) en materia de sanidad vegetal, entidades que serán responsables de realizar los análisis para confirmar posibles positivos por plagas y enfermedades a partir de las muestras tomadas en los puertos a las importaciones hortofrutícolas de países terceros o de controles fitosanitarios en el campo. En este sentido, el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), «pese a la evidente importancia estratégica de tales designaciones», se ha quejado que «el Ministerio de Agricultura no ha presentado candidaturas en favor de ningún centro español».

Así, la mayor parte de los EURL han quedado en manos de centros de Estados miembros no productores sino, más bien, grandes importadores hortofrutícolas, como ha ocurrido con Holanda, que será ahora responsable de fijar los métodos analíticos y de confirmar a escala comunitaria los posibles casos que pudieran darse en patógenos tan graves como la Xylella fastidiosa, el Huanglongbing (HLB) o el Citrus canker. Por este motivo, el presidente del CGC, Manuel Arrufat, ha lamentado que la «pasividad demostrada por las autoridades españolas a la hora de postular a entidades como el IVIA –centro nacional de referencia en bacteriosis como las citadas– evidencia la irrelevancia de España en materia de sanidad vegetal».

Asimismo, el CGC ha conocido en las últimas fechas el anteproyecto de Ley para reformar el IVIA (regulado por una norma de 1991), en el que la Consejería de Agricultura valenciana viene trabajando desde hace años y cuya aprobación ha quedado pendiente para esta próxima legislatura. El citado comité cree que el texto «repite muchos de los errores del anterior texto, de 2015, que tampoco llegó a aprobarse». La asociación lamenta que, tras haberlo exigido con insistencia, se le deje de nuevo fuera de su comité ejecutivo, y tampoco se la menciona como miembro del nuevo Consejo Asesor Agroalimentario, un órgano de consulta en el que participarán diversos actores relacionados con el sector ‘agroalimentario’ –no solo agrario–. En cambio, «sí se mencionan a colegios profesionales, asociaciones agrarias y sindicatos de clase, cooperativas, centro tecnológico Ainia, universidades valencianas, industrias alimentarias, distribución alimentaria, consumidores, DD. OO., una organización de protección del medio ambiente y el Comité de Agricultura Ecológica». 

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Las inspecciones en frontera que llevan a cabo las autoridades comunitarias han permitido detectar, por primera vez, la presencia del hongo Guirnardia citricarpa (más conocido como mancha negra) –que causa graves alteraciones en la piel de los cítricos hasta el punto de dejarlos inservibles para su comercialización– en siete cargamentos importados desde Túnez, según ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA–ASAJA). Esta organización agraria ha señalado que «la noticia resulta especialmente alarmante por un doble motivo, ya que, por una parte, acredita que este peligroso patógeno ha llegado a la cuenca del Mediterráneo y se encuentra a las puertas de España y del resto de países comunitarios con el evidente riesgo de contagio, mientras que, por otro lado, su aparición en Túnez desmonta los falaces argumentos esgrimidos por Sudáfrica ante Bruselas cuando aseguraba que sus envíos citrícolas, infestados de mancha negra, no entrañaban peligro alguno puesto que el hongo en cuestión no podía aclimatarse a las zonas mediterráneas».

El presidente de AVA–ASAJA, Cristóbal Aguado, ha manifestado al respecto que con esta detección ha quedado demostrada «no solo la falsedad de las buenas palabras con las que el sector citrícola sudafricano ha pretendido tranquilizar a Europa sobre la inocuidad de sus exportaciones, sino también su clara voluntad de engañar y mentir al respecto puesto que no podemos olvidar que la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos (EFSA) ya había advertido en distintos informes que la Guirnardia citricarpa sí podía establecerse y desarrollarse en climas mediterráneos. Desgraciadamente, el tiempo ha dado la razón a la EFSA y la mancha negra ha saltado a un país mediterráneo».

Aguado ha añadido que «la connivencia interesada con las tesis sudafricanas sobre este punto que han mantenido ciertos países europeos, y básicamente sus grandes aliados: Holanda e Inglaterra, una actitud que ha propiciado que no se adoptasen por parte de Bruselas las medidas de control adecuadas, que hemos reclamado insistentemente, para que Sudáfrica mejorase la sanidad vegetal de sus envíos citrícolas. Es indignante que hayan preferido creer antes las mentiras sudafricanas que la opinión científica y fundada de la EFSA, es decir, de la propia autoridad europea para la seguridad alimentaria».

Por último, el presidente de AVA–ASAJA tiene claro que Bruselas «debe replantearse su estrategia en un capítulo tan sensible y casos como la detección por primera vez de mancha negra en Túnez así lo demuestra. La Comisión debe escuchar a las organizaciones agrarias, a la EFSA, a los expertos, porque esto es una bomba de relojería que nos estallará en la cara con consecuencias irreparables si no se rectifica a tiempo». 

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El Grupo de Contacto de Cítricos del Comité Mixto –Francia, Italia, España y Portugal– ha celebrado su reunión anual el 25 de abril en Córcega. En la reunión, en la que ha participado Portugal por primera vez, los profesionales del sector citrícola de los cuatro países, que agrupan la mayor parte de la producción comunitaria, hicieron un análisis de la actual campaña 2018/19 y debatieron sobre el impacto de los acuerdos comerciales de la UE con terceros países. Así, en este sentido, acordaron dirigir una carta a sus respectivas autoridades solicitando que los cítricos sean considerados ‘productos sensibles’ en las negociaciones de estos acuerdos, así como la elaboración por parte de la Comisión Europea de una investigación que analice el impacto actual y en un futuro próximo, dada la evolución varietal y productiva en estos países, de los distintos acuerdos en el sector citrícola europeo.

Las cuestiones fitosanitarias centraron la última parte de la reunión, habiendo consensuado los cuatro países la necesidad de reclamar medidas de prevención y de control para evitar la entrada en la UE de enfermedades presentes en países terceros cuyos efectos serían nefastos para la citricultura europea, en particular la Mancha negra y la Thaumatotibia leucotreta (o falsa polilla). Por lo que se refiere a la Mancha negra, la normativa comunitaria «debe prever la posibilidad de un cierre cautelar de fronteras a partir de un determinado nivel de interceptaciones, como así se preveía con anterioridad en la normativa». Dicha normativa «debe garantizar también la aplicación de las mismas medidas para la fruta importada para su comercialización en fresco y la importada para su transformación». Respecto a la falsa polilla, se mostraron preocupados por el hecho de que sean los propios países terceros los que evalúen si sus tratamientos son de eficacia equivalente al tratamiento con frío, que es el de reconocida eficacia internacionalmente.

Los profesionales de los cuatro países consideran el Grupo de Contacto como una herramienta fundamental, ya que permite crear un frente común en defensa de los intereses del sector citrícola comunitario. Por su parte, los productores portugueses ofrecieron albergar la próxima reunión del Grupo en 2020 en el Algarve, la principal zona de producción del país.

Finalmente, cabe señalar que por parte española forman parte de este Grupo el Comité de Gestión de Cítricos, Ailimpo, Fepex, Cooperativas Agro–alimentarias, UPA, COAG y ASAJA.

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La denuncia de que todos ganan menos el agricultor «ha quedado corroborada de manera irrefutable durante la actual campaña citrícola con los datos oficiales en la mano», según ha señalado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA–ASAJA). Así, un informe de esta organización agraria, a partir de los resultados publicados en el Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministerio de Agricultura, revela que, por término medio, los precios en origen de naranjas y clementinas descendieron un 20 y un 23%, respectivamente, de septiembre a diciembre, en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras que los precios abonados por el consumidor se incrementaron un 6 y un 8%, respectivamente.

En el que AVA–ASAJA ha calificado como «uno de los ejercicios más desastrosos de la historia de la citricultura», los productores que han podido vender su cosecha han pasado de percibir de un ejercicio a otro, según las estimaciones del ministerio, de 0,23 a 0,18 €/kg de naranja y de 0,31 a 0,24 €/kg de clementina, caída que en ambos casos sitúa los precios por debajo de los costes de producción. Y en los mercados mayoristas se han vendido a 0,84 €/kg la naranja (un 6% menos que hace un año) y a 0,88 €/kg la clementina (un 5% menos). Esta tendencia bajista cambia cuando los cítricos se ponen a la venta al público; las cotizaciones en destino no solo no han reflejado esa devaluación, sino que incluso han subido en el último año de 1,70 a 1,80 €/kg en naranjas y de 2,21 a 2,38 €/kg en clementinas. Al respecto, la organización agraria ha indicado que «esta paradójica evolución de los precios a lo largo de la cadena de valor se traduce en un incremento del 1.000% en el caso de la naranja y del 991% en clementina entre el precio que percibe el productor y el que paga después el consumidor en la tienda».

Por lo que se refiere a las cotizaciones que maneja el ministerio, AVA–ASAJA considera que «no se ajustan a la realidad citrícola y resultan bastante más elevadas que los precios obtenidos a pie de campo». Tanto es así que, según la Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de Valencia durante el periodo de máxima comercialización los precios medios de la naranja navelina bajaron a 0,15 €/kg y los de la clemenules a 0,18 €/kg. De todos modos, «los datos oficiales sí sirven para reflejar con precisión los desniveles y asimetrías que se producen a lo largo de la cadena alimentaria».

El presidente de AVA–ASAJA, Cristóbal Aguado, ha denunciado «la indignante situación que atraviesa la citricultura y la agricultura valenciana en general, con miles de productores hundidos en la miseria mientras el resto de los eslabones de la cadena obtienen sus márgenes comerciales. Esto demuestra la completa indefensión que sufren los agricultores, y en este caso también los consumidores». Para añadir que «en esta partida algunos están jugando con las cartas marcadas. Resulta urgente que, por un lado, el Gobierno central mejore la dudosa eficacia de la Ley de la Cadena para evitar este tipo de abusos, y que, por su parte, la Unión Europea no siga mareando la perdiz y desarrolle y apruebe de una vez por todas una normativa ambiciosa sobre este tema a nivel comunitario».

Ante la situación generada, AVA–ASAJA ha exigido que se cree una comisión de investigación «para esclarecer la disparidad de márgenes comerciales que existen a lo largo de la cadena de valor de naranjas y mandarinas, desde el campo hasta el lineal de los supermercados».

La organización agraria ha apuntado que este problema viene agravándose en la última década. Los precios medios que reciben los citricultores han experimentado una disminución del 8% en naranjas y del 17% en clementinas durante el periodo 2009–2018, mientras que los consumidores han visto como los precios que pagan han aumentado hasta un 22% en naranjas y un 25% en clementinas. Por todo ello, Aguado ha afirmado que «la crisis citrícola se ceba con los agricultores y lo que debe entender la sociedad es que hay que garantizar la rentabilidad al productor de la fruta, porque sin él, todos acabaremos perdiendo un sector fundamental de la economía, un aliado del paisaje y un emblema de nuestra identidad».

Por otro lado, AVA–ASAJA ha anunciado que ha elaborado un manifiesto en defensa del futuro de la citricultura valenciana que hará circular entre personalidades destacadas y entidades relevantes de la sociedad civil valenciana con el objeto de solicitar su adhesión al mismo y buscar de esta manera su implicación en favor de un sector clave como motor económico de otras muchas actividades. 

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Entrevista
Luis Planas Puchades, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación

‘Hay que reforzar las actuaciones para incrementar el consumo de frutas entre personas de 16 a 49 años’

Este valenciano, nacido en 1952 y licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia, es el ministro de Agricultura del gobierno del socialista Pedro Sánchez. Antes de ocupar el cargo contaba con una amplia trayectoria en el ámbito político agrario, y entre otros había sido consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía en dos etapas diferentes. Tras el anuncio de elecciones generales el 28 de abril, esta corta legislatura está a punto de concluir. En esta entrevista repasamos con él la actualidad del sector, centrada sobre todo en la fruticultura.

 

Ante la crisis de la actual campaña citrícola, ¿qué medidas se están tomando desde el ministerio?
La actual campaña ha presentado ciertas singularidades que han determinado un mercado con cotizaciones inferiores a la media de años anteriores, como elevados volúmenes de producción, menores calibres, retrasos en la maduración en algunas variedades, competencia con productos importados o un limitado movimiento en los mercados europeos.
Con el objetivo de regular el mercado, y a petición del sector, antes de finalizar el año aprobamos un programa de retirada de 50.000 toneladas de cítricos para su transformación en zumo y distribución a través de entidades benéficas. Estas retiradas se realizan en el marco de los programas operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFHs) y reportarán al sector 12,5 millones de euros. Por supuesto, esta acción es adicional a la posibilidad que ya tienen las OPFHs, por decisión propia, de retirada de fruta en el marco de sus programas operativos, al amparo de los cuales ya se habían retirado 10,5 millones de kilos entre septiembre y diciembre del pasado año. Además, a efectos de paliar las dificultades financieras que está originando esta situación a los agricultores, hemos visto la necesidad de complementar la medida de retirada de urgencia con otras relativas a la financiación y fiscalidad, las cuales también deberán tener un impacto inmediato. Entendemos que, a corto plazo, la aplicación de estas medidas atenuará los efectos más apremiantes.
En todo caso, es necesario trabajar de manera conjunta para garantizar un futuro sólido y estable para el sector y consolidar su posición como primer exportador de producto en fresco. En este sentido, estamos elaborando un diagnóstico de la situación sobre aspectos coyunturales y estructurales del sector citrícola, que sirva de base para la elaboración de un programa de futuro que permita su relanzamiento. Nuestra intención es que dicho programa contenga un abanico de herramientas de apoyo a los citricultores, con medidas dirigidas a organizar y reestructurar el sector, a mejorar la planificación de los mercados, a equilibrar la cadena de valor y a potenciar el consumo.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) está dispuesto a tomar cuantas medidas sean necesarias para mejorar la estabilidad y el futuro del sector citrícola español y, en ese contexto, una interprofesional citrícola eficaz y organizaciones de productores articuladas son fundamentales por parte del propio sector.

¿Y en el caso del veto americano a la aceituna negra española que ha provocado graves pérdidas a nuestros productores?
El procedimiento antisubvención y antidumping tiene un trasfondo distinto. Fue abierto por la Administración de EE. UU. con el fin de restar competitividad a nuestro sector y reducir sus ventas en el mercado norteamericano, que es el primer destino de nuestras exportaciones de aceituna de mesa. El perjuicio que está causando a nuestro sector es importante, con unas pérdidas en los diez primeros meses de 2018 de 22,7 millones de dólares.
Pero, además, se ha puesto en cuestión el actual modelo europeo de ayudas agrícolas de la Política Agrícola Común (PAC) que reciben los productores de aceituna de mesa y el conjunto del sector agrícola comunitario. Ayudas que están incluidas en la caja verde de la Organización Mundial de Comercio (OMC), desacopladas de la producción y que, por tanto, no generan distorsiones en el comercio internacional.
El Gobierno de España, cuya implicación ha sido máxima desde el primer momento, ha solicitado una batería de medidas a la Comisión para paliar la situación. Así, como primera respuesta, la Comisión ha planteado incluir 2,5 millones de euros para el sector de la aceituna de mesa en el programa de promoción de la UE para el año 2019.
Además, estamos realizando el seguimiento del mercado de aceituna de mesa, con el objetivo de detectar de forma rápida posibles deterioros de la situación de sector, que justifique la solicitud de una ayuda a los productores y a la industria de aceituna de mesa española.
El pasado 29 de enero la Comisión Europea solicitó ante la OMC, a petición de España, el inicio de consultas formales con Estados Unidos por entender que este país ha incumplido la normativa de la OMC. Si estas consultas no permiten llegar a una situación consensuada, se dará paso a un recurso ante el órgano de solución de diferencias de la OMC.

¿Cómo ve la intensificación en cultivos como el olivar y el almendro? ¿El futuro va hacia allí o hay riesgo de ‘burbuja’?
El proceso de intensificación de la agricultura y, en particular, de los cultivos del olivar y el almendro tiene como objetivo la mejora de la rentabilidad de las producciones.
En la actualidad, el cultivo del almendro está claramente en expansión en nuestro país y se están obteniendo producciones de gran calidad. En el caso del olivar, en los 30 últimos años el proceso de intensificación ha permitido un incremento de la producción de aceite de oliva y del nivel de vida en las zonas productoras. En concreto, hemos pasado de una media de 700.000 toneladas en el periodo 1990–2000, a 1.200.000 t en las últimas seis campañas, lo que ha supuesto nuestra consolidación como primer productor mundial y nuestro liderazgo en los mercados internacionales, en los que se está incrementando su consumo.
El sector oleícola español es consciente de que el mejor instrumento para garantizar la rentabilidad de todos los operadores de la cadena y el mantenimiento de nuestros mercados es lograr una estabilidad de las cotizaciones. Por ello, desde el ministerio se ha apostado por avanzar hacia la autorregulación del sector que permita regular los volúmenes a comercializar, con el fin de lograr la necesaria estabilidad de los precios al productor y al consumidor. Desde el ministerio se realiza un continuo y exhaustivo seguimiento de los distintos productos agrarios y, por el momento, no se han detectado señales que determinen que la expansión de estos cultivos pueda tener efectos contraproducentes.

¿Cómo se está desarrollando el plan de medidas para la mejora del sector de la fruta dulce? ¿Se están cumpliendo los objetivos fijados?
El pasado 21 de enero se publicó el Informe de Seguimiento del Plan de Medidas para la Mejora del Sector de la Fruta Dulce, alguna de cuyas medidas ya se ha desarrollado (la reducción del índice de rendimiento neto para este sector en el ejercicio fiscal 2017, para inyectar liquidez al sector) y se están sentando las bases de otras iniciativas, de carácter más estructural, para ir logrando objetivos.
Por ejemplo, se han aprobado cambios normativos enfocados a mejorar el control de la oferta, la comercialización y la gestión y prevención de crisis, y se ha iniciado la tramitación de proyectos normativos para facilitar las exportaciones, cuestión fundamental en un sector que envía fuera de España cerca de un millón de toneladas.
En cuanto a la promoción del consumo de fruta dulce, el ministerio ha hecho un esfuerzo importante a través de campañas específicas, como la de ‘Fruta de Hueso, de corazón’, en colaboración con la Real Federación Española de Natación, o el tradicional Programa Escolar de Frutas y Hortalizas que fomenta el consumo entre los niños, consumidores del futuro.
Además, desde la campaña pasada este ministerio trabaja en la ampliación del nivel de información sectorial que ayude a la planificación y el seguimiento de las campañas, mediante una publicación semanal de producciones, retiradas, exportaciones y precios, entre otros parámetros, durante toda la campaña de fruta hueso.

‘Una interprofesional citrícola eficaz y organizaciones de productores articuladas son fundamentales’

España exporta cada vez más fruta, ¿2019 seguirá esta tendencia? ¿Están trabajando en nuevos protocolos para acceder a nuevos mercados?
El sector de la fruta tiene una vocación exportadora innegable. Según los datos de EUROSTAT, las ventas de frutas y hortalizas en el exterior superaron los 15.000 millones de euros en 2018. En el caso de los cítricos, somos el primer exportador mundial de frescos del mundo, y estoy seguro de que, al margen de coyunturas, el sector mantendrá su actual puesto de honor en los mercados exteriores.
Somos conscientes de la gran concentración que existe en el mercado comunitario y se está trabajando con intensidad en la búsqueda de nuevos mercados, lo que permitirá a los productores diversificar la oferta y obtener mejores resultados.
Fruto de este trabajo, en los últimos meses se ha conseguido la apertura de nuevos e importantes mercados, como la uva de mesa para China y Vietnam, o el melocotón y ciruela a Argentina. También se está trabajando en nuevos protocolos para exportar productos como el caqui y los cítricos a Perú, fruta de hueso y fruta de pepita a México, cerezas a Argentina. Y se están dando condiciones para mejorar el acceso de nuestros productos a importantes mercados asiáticos como Japón, China o Vietnam.
Otro aspecto importante en el que estamos trabajando es en lograr que el procedimiento administrativo de solicitud y emisión de los certificados fitosanitarios de exportación sea claro, sencillo y ágil para facilitar los procedimientos para nuestros exportadores, sin que por ello se pierdan las garantías que el certificado oficial debe ofrecer a los países terceros.

¿Qué puede suponer para nuestro sector frutícola la salida del Reino Unido de la UE?
El ministerio ha realizado un análisis exhaustivo de las posibles repercusiones en la UE de la salida del Reino Unido, en todos los sectores que están en el ámbito de nuestras competencias. De este análisis se desprende que el sector de las frutas y hortalizas es uno de los que puede tener mayores consecuencias. De hecho, el valor de nuestras exportaciones de frutas y hortalizas a Reino Unido asciende a más de 1.900 millones de euros anuales. A las posibles pérdidas directas habrá que sumar las que se podrían producir como consecuencia de la bajada de precios en toda la Unión por el incremento de la oferta generado. Además, los productos destinados al Reino Unido pasarán a tener un control aduanero tradicional, con un incremento de los correspondientes controles técnicos y documentales.
El ministerio ha tenido en cuenta estos factores a la hora de establecer nuestro Plan de Contingencia. Además, hemos transmitido a la Comisión Europea la necesidad de tener establecidas de antemano las medidas necesarias para poder evitar, en la medida de lo posible, una crisis de mercado como consecuencia del Brexit.

El sector agrario se queja que en materia de productos vegetales hay un ‘escaso’ o ‘ineficaz’ control de la UE para evitar la entrada de nuevas enfermedades. ¿Qué opina al respecto?
Las importaciones de materiales de origen vegetal desde terceros países están sometidas a requisitos fitosanitarios armonizados a nivel de toda la UE. Además, en casos como el de los cítricos, existe un nivel de protección importante, ya que todas las importaciones desde terceros países están sometidas a un control obligatorio por parte de los inspectores de sanidad vegetal de los puestos de inspección fronterizos (PIF).
En este contexto, el MAPA trabaja en una doble vertiente. A nivel interno, ejerce la coordinación funcional de los PIF y trabaja en la formación continua de los inspectores. Y desarrolla una labor constante con las autoridades de la UE para revisar la normativa fitosanitaria europea, con el fin de mejorar la protección de las producciones mediterráneas.
Entre otras cuestiones, se ha logrado que la nueva legislación fitosanitaria suponga la inmediata regulación de determinadas producciones no reguladas hasta el momento (uvas, fresas, kiwis, aguacates…), y la Comisión Europea está en línea con el ministerio a la hora de establecer unas frecuencias mínimas de control obligatorias para todos los productos y en todos los Estados miembros.
Y la interprofesional del sector de la fruta dulce, ¿para cuándo?
El pasado mes de diciembre el sector de la fruta de hueso manifestó a este ministerio la intención de crear una Organización Interprofesional de la Fruta de Hueso, con el objetivo inicial de la promoción del consumo de fruta en el mercado interno.
Los primeros pasos se están dando. De hecho, el 30 de enero el ministerio reunió al sector para resolver dudas e informar sobre los requisitos para el reconocimiento de la interprofesional. Ahora, son las asociaciones interesadas las que deben llegar a los acuerdos necesarios para hacer realidad esta Organización Interprofesional.

‘El sector de la fruta tiene una vocación exportadora innegable’

Como ministro también de alimentación, ¿le preocupa la poca ingesta de fruta, sobre todo, entre los más jóvenes?
El fomento del consumo de frutas y hortalizas se encuentra entre las prioridades del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Según los datos del Panel de Consumo Alimentario en Hogares del ministerio, en los últimos diez años el consumo de frutas frescas en España ha disminuido en un 9%. Además, el consumo per cápita ha descendido en un 13% desde 2008, situándose en 90,5 kg/habitante y año según datos de 2018.
En cuanto a la distribución del consumo en función de la edad y teniendo en cuenta el consumo per cápita de frutas de 2018, se aprecia que casi el 40% de éste procede de menores de hasta 15 años. No obstante, en el rango poblacional de 16 a 34 años es del 13%, valor muy parecido al que tienen los consumidores de 35 a 49 años, con el 16%. También cabe destacar el elevado consumo per cápita de los mayores de 50 años, con 33%. Por ese motivo, consideramos que hay que reforzar las actuaciones para incrementar el consumo de frutas entre personas de 16 a 49 años, ya que su consumo per cápita no llega al 30% del total de la población.

¿Cuáles son los principales retos a corto plazo que se ha fijado con su equipo de trabajo por lo que se refiere al sector frutícola?
Sin duda, y tal como he comentado en la pregunta anterior, uno de los principales retos que tenemos en nuestro país es conseguir aumentar el consumo de fruta. A nivel sectorial es fundamental la organización del sector productor a través figuras como las Organizaciones de Productores, las Asociaciones de Organizaciones de Productores o las Organizaciones Interprofesionales. El desarrollo pleno de estos instrumentos, en un corto plazo, permitiría al sector productor un reequilibrio entre la oferta y la demanda, no solo concentrando la oferta, sino planificando la producción y la comercialización.
Y en relación con la valorización de nuestra producción, el MAPA seguirá trabajando en la diferenciación de nuestras producciones por su calidad, lo que aumentará el valor añadido de la fruta, tanto en los mercados nacionales como internacionales.

La investigación, la innovación y la transferencia tecnológica son esenciales. ¿Cuáles son las prioridades del ministerio en este ámbito?
Efectivamente, esos tres aspectos son esenciales para poder dar respuesta a los retos económicos, sociales y medioambientales del sector agroalimentario. Concretamente, nuestra prioridad es seguir impulsando la transferencia de conocimientos y la innovación dentro del sector agroalimentario, a través de subvenciones que se enmarcan en la Asociación Europea para la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas. Estas ayudas, incluidas en el Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014–2020, son tanto para apoyar la creación de grupos operativos (formas asociativas innovadoras y multidisciplinares) como para financiar ejecución de proyectos innovadores.
La programación de fondos para ambas en el periodo 2014–2020 alcanza los 57 millones de euros. Se trata de iniciativas innovadoras que nacen del propio sector, de sus actores económicos y sociales, que forman los denominamos grupos operativos supra–autonómicos para llevarlos a la práctica. Otro rasgo distintivo de estas ayudas, es que tienen una cofinanciación comunitaria de un 80%, proveniente del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, aportando el ministerio el 20% restante.
Hasta la fecha, hemos convocado ayudas a la creación de grupos operativos en dos ocasiones (en 2016 y 2018), con lo que hemos financiado el establecimiento de 177 grupos de temáticas muy variadas (60 en 2016 y 117 en 2018), con concesiones que se elevan a 8,4 millones de euros (2,7 millones de euros en 2016 y 5,7 millones en 2018).
En lo que respecta al sector frutícola, se han subvencionado un total de 26 grupos operativos (13 en la convocatoria de 2016 y 13 en la de 2018), que suponen un total de 1.116.939 euros, y que abordan un amplio abanico de temáticas como la adaptación al cambio climático, el control integrado de plagas y enfermedades, la gestión sostenible del riego o la incorporación de nuevas tecnologías de tipo Big data, entre otras.

Respecto al cambio climático y la sostenibilidad económica y medioambiental, ¿qué están haciendo?
La sostenibilidad del sector de las frutas y hortalizas, y de la agricultura española en general, es una de las grandes prioridades del ministerio. En relación con el cambio climático, estamos impulsando medidas que mitiguen los efectos de las actividades agrarias sobre el clima, y por otro, iniciativas de adaptación a los previsibles escenarios climáticos de futuro. A este respecto, el sector de la fruta juega un papel fundamental ya que tiene una gran capacidad de absorción y fijación de carbono.
La modernización de los regadíos está permitiendo hacer un uso más eficiente del agua, la energía y de los fertilizantes. Además, la tecnología incorporada permitirá una mejor adaptación a las condiciones climáticas futuras al poder programar el riego en función del estado de desarrollo de los frutales y las disponibilidades de agua.

‘El MAPA seguirá trabajando en la diferenciación de nuestras producciones por su calidad’

Por último, ¿cómo va la negociación de la nueva PAC? ¿Habrá cabida para la fruta?
En junio del año pasado la Comisión Europea presentó las propuestas de los reglamentos que van a constituir la base normativa para el nuevo periodo de la PAC 2021–2027. Para establecer la posición de España ante dicha propuesta de forma consensuada, transparente y participativa, el ministerio se ha reunido con representantes de las Comunidades Autónomas, las Organizaciones Profesionales Agrarias y las ONGs medioambientales, con el objetivo de debatir los principales temas de interés de la reforma (tales como los relativos a los Planes Estratégicos, las intervenciones del primer y segundo pilar, los instrumentos de mercado o las cuestiones horizontales) y así poder defender, de la mejor forma posible, los intereses de nuestros productores.
El sector de las frutas y hortalizas tiene un peso muy importante dentro de PAC y es esencial para este ministerio apostar firmemente por todas las medidas necesarias para apoyarlo. Por un lado, estamos trabajando activamente para conseguir que la asignación presupuestaria destinada a la PAC y a las ayudas sectoriales se mantenga en el próximo periodo.
Por otro, defendemos que las intervenciones sectoriales a través de los Programas Operativos de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas mantengan su presupuesto independiente y que el gasto medioambiental mínimo que han de llevar a cabo sea realista. Además, abogamos por el mantenimiento de las medidas de gestión de crisis y la adopción de medidas excepcionales en caso necesario. Y también apostamos por reforzar las herramientas de estructuración y ordenación de la oferta para potenciar el papel de autorregulación de las organizaciones y asociaciones de productores y las organizaciones profesionales.
Isidre Font.

Publicado en Revista de Fruticultura nº68

 

 

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El jueves 11 de abril, de 9 a 13 horas, se celebra en la Sala de Actos del Centro de Culturas y Cooperación Transfronteriza de la Universitat de Lleida la ‘IV Jornada de estudios Fruit Net: manzana, pera, melocotón y cítricos’.

Después de ocho años de funcionamiento, el Fruit.Net se ha consolidado como el programa de sanidad vegetal en Cataluña para el sector productor de manzana, pera, melocotón y cítricos. Se trata de un programa conjunto entre el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat de Catalunya, el IRTA, Afrucat, universidades y el sector productor en general, y que cuenta con la colaboración de un importante número de empresas del sector de los fitosanitarios y relacionados.

El objetivo principal del Fruit.Net es mejorar el control de las plagas y enfermedades mediante la optimización del uso de los fitosanitarios y el desarrollo de estrategias más respetuosas con el medio ambiente y con la salud del consumidor. Para ello se considera clave impulsar la investigación de nuevas técnicas de control de plagas y enfermedades, y que cuando su nivel de desarrollo lo permita, se puedan integrar y validar dentro de una estrategia de producción a nivel comercial. Fruit.Net, también potencia la transferencia de toda la información generada hacia el sector productor, para así, poder aplicarla a nivel comercial lo antes posible.

Puedes consultar el programa de la jornada.

Para asistir a la jornada hay que inscribirse a través del siguiente enlace: INSCRIPCIÓN JORNADA

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La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos propone que la Comisión Europea establezca un mecanismo basado en la expedición de certificados de exportación en los cítricos, como ya se hizo en su momento con las manzanas y ahora con el ajo, con la finalidad de «mejorar el seguimiento de la importación de los cítricos y detectar posibles perturbaciones en los mercados». La propuesta la ha realizado esta organización agraria en el marco de una reunión mantenida con la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Esperanza Orellana, a la cual ha asistido Jose Manuel de las Heras, coordinador estatal de Unión de Uniones, así como el responsable de cítricos, Carles Peris, y otros miembros de la sectorial de cítricos.

Esta organización ha indicado que los productores europeos de cítricos «están atravesando una difícil situación, debido, entre otras cosas, al notable aumento de las importaciones de cítricos procedentes de determinados terceros países del hemisferio sur. Sudáfrica exportó el pasado año a la Unión Europea un total de 814.000 toneladas de cítricos por las 471.000 toneladas de 2014, lo que supone que en sólo cinco años haya duplicado sus envíos». Ante esta situación apuesta por solicitar esos certificados de exportación a todas aquellas empresas que, desde países terceros, pretendan exportar cítricos a la UE «con el fin de llevar un control riguroso y en tiempo real de las importaciones de los diferentes países». En su opinión «se mejoraría en la información de los mercados e incluso en conocer si las importaciones están perturbando el mercado interior de la UE en cualquier momento».

Unión de Uniones ha señalado que «cabe insistir en que estos certificados no suponen una barrera comercial, simplemente se trata de un registro para conocer anticipadamente la fruta que va a entrar en el mercado europeo». Además, «este conocimiento anticipado crea un margen de maniobra que facilita la adopción de medidas preventivas en su caso».

Por ello, desde la organización han comentado que «la experiencia demuestra que los primeros interesados en la información son los propios exportadores que pueden autorregularse ya que también son víctimas del desastre de precios en el mercado y no les resulta grato tener liquidaciones finales negativas por parte de los importadores».

Unión de Uniones ha anunciado, al mismo tiempo, que propondrá esta medida a los diferentes partidos políticos para que lo lleven en sus programas en las próximas elecciones europeas. 

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El sector hortofrutícola español necesita abrir nuevos mercados para intentar evitar los colapsos que se producen como ha pasado con el kaki, la fruta de hueso o los cítricos. Por ello hay que conocer y aprender cuáles son los futuros mercados y cómo se puede ser rentable en ellos. Esta es la razón por la cual Eurofreshproduce ha organizado del 20 al 26 de abril una misión especial técnico–comercial para productores españoles de fruta, que incluye visitas a Nueva Delhi, Calcuta y Mumbai, con participación en esta última ciudad en el congreso Fresh Produce India, que se celebrará del 24 al 26 de abril.

«El Gobierno de India nos abre muchas nuevas vías para exportar fruta de hueso, kaki, naranja, manzana, pera y uva. Ahora falta que nos vean los importadores y distribuidores en este país», ha comentado, Oliver Huesmann, responsable de esta misión.

El programa incluye una jornada técnica y comercial en Nueva Delhi con presencia de compradores del sector hortofrutícola, empresas postcosecha, logística, importadores, distribuidores, asesores y representantes de la embajada española y del Ministerio de Agricultura de este país. En Calcuta, habrá una visita al mercado mayorista y puntos de venta, además de una cena con importadores y distribuidores.

Por último, en Mumbai se acudirá al Fresh Produce India, evento anual del sector de las frutas y hortalizas frescas que incluye exposición de productos y conferencias y jornadas. Asimismo, en Mumbai se llevarán a cabo visitas organizadas a supermercados líderes y mercados mayoristas, y habrá una cena de despedida el 26 de abril.

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Los exportadores exigen actuar ya

 

El Citrus greening o Huanglongbing (HLB) es la principal amenaza de la citricultura, pero el Mediterráneo es la única gran área productiva que, de momento, no se ha visto afectada por la irrupción de esta bacteria. La situación cambió en 2014, cuando se confirmó la presencia en Galicia no de la enfermedad, pero sí de uno de los dos vectores capaz de transmitirla, la Trioza erytreae. En 2015, las autoridades lusas descubrieron otro foco de este insecto cerca de Oporto. Hoy, 4 años después, este psílido procedente de África ha recorrido el litoral atlántico entre La Coruña y la zona de Lisboa, situándose a 190 km de las primeras plantaciones españolas de cítricos (las de Huelva) y a solo 170 km de la principal provincia productora de agrios portuguesa, el Algarve. Ante la gravedad de la situación, el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), la asociación que aglutina a los exportadores privados de cítricos, ha estimado el impacto económico derivado de la posible entrada de este patógeno en la citricultura espa­ñola. Sus conclusiones, dada la inexistencia de cura y la experiencia contrastada en Florida (EE. UU.) –cuya evolución se ha extrapolado– «son casi apocalípticas», ya que según ha indicado en un comunicado «en 7,5 años desde su posible entrada, la producción de naranjas, mandarinas y limones quedaría reducida a la mitad –de 7 millones de toneladas (t), a 3,6– y a los 15 años la citricultura pasaría a ser un cultivo residual».

El informe se basa en la serie histórica completa de datos de producción de 28 temporadas de Florida, que es la única que dispone de ese nivel de detalle entre las principales potencias citrícolas afectadas por la enfermedad como México, Brasil, Sudáfrica, India o China. En este estado norteamericano se confirmó la presencia del HLB en 2005 pero la enfermedad debió asentarse años antes: en la campaña 1997/98, Florida alcanzó su récord de producción con 12,3 millones de t; en la actualidad esa cifra ha quedado reducida al 25% con poco más de 3 millones de t. Atendiendo a esta progresión, se estima que la producción de Florida –antes primer productor de zumo de naranja del mundo– podría desaparecer en la campaña 2024/25 (de no tener soluciones con las que paliar la enfermedad).

El estudio del CGC reconoce que «existen elementos, a favor y en contra, de extrapolar el ritmo de expansión del caso floridano a España». El distinto clima, los vientos huracanados que favorecen el desplazamiento del insecto vector a grandes distancias, el propio hecho de que el psílido presente en Florida (Diaphorina citri) sea distinto al localizado en la península (Trioza erytreae) y que este último sea portador de una forma de HLB –la africana– menos agresiva que la asiática presente en América, harían pensar en un desarrollo más lento en nuestro país. Por el contrario, el estudio destaca cómo el minifundismo de muchas explotaciones –especialmente las valencianas y no tanto las andaluzas– la proximidad entre plantaciones, el progresivo abandono de campos que no se vigilan ni cuidan y la falta de inversión en I+D contra esta enfermedad actuarían como factores decisivos para acelerar su expansión. Con todo, el impacto sobre una citricultura como la española volcada en la comercialización en fresco se daría al poco de comenzar a expandirse la bacteria porque los frutos procedentes de árboles infectados –y a través del vector, la bacteria se propaga con rapidez– no pueden comercializarse debido al gran incremento de la acidez y a su sabor amargo. Mucho antes de morir los árboles, la fruta no tendría posible salida.

Dada la proximidad de la Trioza erytreae –que además de portar el HLB es en sí misma una plaga que provoca serios daños– a las zonas citrícolas del Algarve y Huelva, el CGC «exige que se aceleren los trá­mi­tes ya iniciados para la suelta inmediata en las zonas demarcadas por la presencia de este psílido de un parasitoide traído de Sudáfrica (Tamarixia dryi) que se sabe que permite un control eficaz de la población de este insecto y cuya presencia sería clave para frenar su expansión». Junto a ello, se insiste en reclamar «una mayor dotación de fondos comunitarios y nacionales para la investigación en centros de referencia como el IVIA (en la Comunidad Valenciana) o el IFAPA (en Andalucía)».

Ante la gravedad de la situación, el CGC –al igual que el conjunto del sector– ha venido insistiendo al Gobierno español y a las autoridades comunitarias en la necesidad de que se intensifiquen las medidas de control sobre las importaciones de otras plantas de zonas afectadas susceptibles de portar el vector y extenderlo en zonas productivas. Mucho más importante que eso «sería extremar las precauciones en los puestos de inspección fronteriza, en puertos y aeropuertos, para evitar la entrada ilegal de yemas (para injertar) o plantas que pudieran estar contaminadas por la bacteria», según esta entidad.

El estudio refleja que la práctica desaparición de la citricultura española supondría:
• Eliminar 200.000 empleos directos.
• Desaparecerían otros 79.000 empleos ligados a la propia producción.
• La renuncia a un volumen de negocio con un valor medio de 4.000/4.310 millones de euros por temporada, de los que 3.100–3.224 millones proceden de la exportación.
• Tendría un gran impacto sobre el sector del transporte.
• Pérdidas y desempleo en actividades relacionadas (envases, plaguicidas, fertilizantes, ...).
• Gran impacto ecológico por el abandono y degradación de 300.000 ha de superficie hoy claves para la absorción de otros tantos cientos de miles de toneladas de CO2

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