Tras cuatro años de ejecución han llegado a su fin los trabajos de desarrollo del proyecto de I+D RETASTELED. Así, esta iniciativa «ha logrado desarrollar y evaluar nuevos procesos enológicos que minimizan la aparición del gusto de luz (o deterioro fotoquímico) en los vinos blancos, rosados y espumosos, así como el desarrollo de nuevas fuentes lumínicas LED que no emiten a las longitudes de onda críticas». De esta manera, RETASTELED ha puesto a disposición del sector vitivinícola «dos soluciones a implementar en los protocolos de vinificación para combatir la aparición del gusto de luz y sus efectos negativos en la calidad del producto final, por un lado, fuentes lumínicas que no degradan la riboflavina y, por el otro, diferentes estrategias de elaboración para minimizar el riesgo de la elaboración».

En el marco de este proyecto, se han logrado también resultados significativos que han permitido confirmar la relación directa entre la degradación de la riboflavina y la formación de aromas relacionados con el gusto de luz de los vinos. Asimismo, se ha puesto de relieve que «existe una graduación del riesgo de aparición de este defecto en función del tipo de vino».

Herramienta de cálculo
Por otra parte, RETASTELED ha conseguido desarrollar una herramienta de cálculo que permite diseñar fuentes de luz con contenido espectral que no degrada la riboflavina y elimina la aparición del gusto de luz. En esta línea, también cabe destacar que «se han obtenido conclusiones relevantes con respecto a la distribución espectral de las fuentes lumínicas que iluminan los espacios de trabajo destinados a la vinificación y la crianza en bodegas». 

En definitiva, «estos logros permitirán la comercialización de vinos con propiedades organolépticas mejoradas y más estables, debido al menor riesgo de deterioro fotoquímico». Además, los conocimientos desarrollados «podrán extrapolarse a otros sectores, aplicando los resultados de la investigación en más ámbitos de la industria de las bebidas y la alimentación que también puedan verse afectados por procesos de foto-degradación similares».

Katia Álvarez, directora de Enología de Martín Códax, ha comentado que «los resultados obtenidos aportarán un mayor conocimiento que permitirá mejorar la toma de decisiones en los procesos de elaboración del vino, para garantizar su buena evolución». Y ha apuntado que «me parece una iniciativa diferenciadora porque creo que es de las pocas ocasiones en las que se va más allá de la elaboración, intentando desarrollar una solución que pueda ser fácilmente adaptada por el sector para mejorar de evolución de los vinos en el punto de venta».

Bodegas Ramón Bilbao ha liderado este proyecto de I+D+I en colaboración, en el que además de Bodegas Martín Códax (Galicia) han participado Prilux Iluminación (Castilla–La Mancha) y VITEC–Centro Tecnológico del Vino (Cataluña). El Ministerio de Ciencia e Innovación (MCIN) y la Agencia Estatal de Innovación (AEI), han financiado esta iniciativa, a través de los fondos europeos FEDER, con un presupuesto de más de 750.000 euros, en el marco de la Convocatoria Retos de Colaboración 2017.