La Mesa Regional de los Frutos Secos de Andalucía, integrada por ASAJA, COAG, UPA, AEOFRUSE y Cooperativas Agro–alimentarias de Andalucía, ha mantenido una reunión con la secretaria general de la Consejería de Agricultura, Consolación Vera, en la que le han trasladado la grave crisis por la que atraviesa el sector en esta comunidad autónoma.
La situación, «considerada como crítica por los representantes del sector», viene dada «por las múltiples dificultades que están confluyendo en esta campaña, a pesar de que la cosecha de almendras es inferior a la del año pasado, los precios están incomprensiblemente por debajo de los del 2021». A esto hay que añadir que «la situación se ha agravado con el incremento de costes de producción que ha sufrido el sector derivado del conflicto bélico de Ucrania».
Según han explicado a Vera, la razón principal es la ausencia de operaciones de comercialización, tanto para la almendra convencional como ecológica, pese a que las fechas previas a las fiestas navideñas suelen ser las que registran más actividad comercial, ya que la almendra es un producto básico para la elaboración de turrones, polvorones y mazapanes.
Asimismo, mientras existen dificultades para comercializar la producción nacional, estimada en 62.000 toneladas (t) de almendra en grano, según el aforo realizado por la Mesa Nacional de Frutos Secos, «es constante el incremento de las importaciones de almendra americana, que se vende sin la obligación de identificar su procedencia en el etiquetado».
En este sentido, la Unión Europea es el primer destino de la almendra de California (con el 40% del total) y, dentro de Europa, el principal mercado es el español. Según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), para 2020/21 estimaban unas exportaciones de 287.000 t.
La Mesa Regional de Frutos Secos ha destacado que esta almendra procedente de EE. UU. es de calidad organoléptica inferior a la española y, a pesar de ello, está copando el mercado nacional y el europeo, sin que el consumidor tenga herramientas para poder distinguirla y elegir libremente. Se da la paradoja de que un cultivo tradicional como el almendro de secano «se encuentra en riesgo de abandono, lo que tendría consecuencias nefastas socioeconómicas y medioambientales, mientras se está importando almendra de forma masiva de calidad inferior procedente de EE. UU., sin que el consumidor pueda diferenciar el origen».
Principales demandas
Ante esta situación, esta Mesa Regional lleva años «solicitando a las administraciones un etiquetado obligatorio y riguroso en el que se especifique claramente el origen de la almendra, incluso en los productos elaborados donde este fruto seco es el principal ingrediente, como es el caso de los turrones, polvorones, etc. Igualmente, se ha solicitado que se exija a las Denominaciones de Origen y a las IGP que en sus normas de funcionamiento incluyan la obligatoriedad de realizar sus dulces con almendra nacional».
Al igual que otros cultivos en crisis, el sector insta a las administraciones a que se incluya a los frutos secos en un paquete de ayudas extraordinarias para paliar los efectos de la sequía, la reducción de cosecha y los problemas de comercialización derivados de la guerra en Ucrania.
Finalmente, la Mesa Regional de los Frutos Secos de Andalucía ha recordado que «no se podrá sensibilizar a los consumidores de las bondades de la almendra nacional, producida en el mediterráneo, sostenible, saludable y parte importante de la Dieta Mediterránea, si no se tienen las herramientas necesarias para distinguirla del resto de almendras de otros orígenes y cultivadas en otras condiciones».