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Investigación

La Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) ha concedido la primera acreditación para el Programa de control Físico-Químico y de Exportación de Vinos en España al laboratorio riojano Dolmar. La empresa ha demostrado su competencia para ofrecer, más allá de las analíticas concretas, un servicio acreditado integral conforme a las demandas de las bodegas, entidades de certificación y los requerimientos del control oficial en esta área.

El Programa de Acreditación permite a la autoridad competente disponer de una herramienta de enorme utilidad para identificar sin dificultad aquellos laboratorios públicos y privados que cumplan con las condiciones necesarias para ser designados para el control oficial.

El Programa de acreditación de ensayos físico-químicos de vinos fue publicado a mediados de 2019 con el objetivo de identificar el conjunto de ensayos necesarios para verificar los límites y exigencias fijadas en la normativa comunitaria en relación con la producción del vino, y para comprobar las principales características de calidad de los vinos amparados por denominaciones de origen protegidas e indicaciones geográficas protegidas y evaluar la conformidad con los requisitos analíticos necesarios para la exportación a terceros países.

El Laboratorio Dolmar, ubicado en Gimileo (La Rioja), dispone de unas instalaciones de más de 500 m2, trabajan 15 profesionales y actualmente analiza más de 20.000 vinos anuales. Desde sus inicios se especializó en la analítica de vinos y otras bebidas alcohólicas apostando por la calidad, el equipamiento y contar con personal implicado en ofrecer resultados fiables y un servicio rápido, lo que le ha permitido llegar a ser un referente en los laboratorios enológicos.

www.dolmarlaboratorio.com

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La empresa Econatur, ubicada en La Carlota (Córdoba) y con unos laboratorios de 2.000 m2 equipados con la última tecnología, acaba de ultimar la instalación de su nueva cámara climática que le permitirá ampliar sus servicios de investigación y análisis. Cabe señalar al respecto que una cámara climática, tanto visitable como no, permite simular una condición climática concreta, controlando la variación de temperatura, humedad, radiación y fotoperiodo. Además, con múltiples aplicaciones en la investigación agronómica, posibilita modular el ambiente que rodea a un organismo ‘a la carta’.

La compañía ha señalado en un comunicado que este equipamiento también permitirá la investigación de efectos sobre condiciones concretas. Asimismo, «el control ambiental de la cámara, posibilita forzar una condición adversa para estudiar cómo responde el cultivo en cuestión a una situación de estrés climático y/o tratamiento con el formulado deseado».

Esto supone un gran avance en las labores de investigación de la firma, ya que, con dicha cámara, pueden controlar las variables que el campo no permite, pudiendo obtener datos más representativos, fiables y rápidos que ayuden a mejorar manejos, insumos y cultivos.

Con la instalación de la cámara climática, el departamento de I+D+i de Econatur pone en marcha un plan de ensayos agronómicos que sin duda permitirá la obtención de productos y manejos más eficaces y precisos. A su vez, consciente de la necesidad de una herramienta de estas características para obtener mejores resultados, Econatur «pondrá a disposición de sus clientes dicha cámara, con un servicio de ensayos a medida».

http://econatur.net/

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La entidad ha promovido una visita a la Finca ‘El Rebato’ de Agromillora, una de sus empresas asociadas dedicada a la mejora vegetal, situada en la localidad de Subirats (Barcelona)

«Hacer visible el trabajo que desarrollan las empresas que se dedican a la investigación para el desarrollo de nuevas variedades vegetales y, en esta ocasión, las del sector frutal y la actividad que llevan a cabo en Cataluñ. Así ha definido la presidenta de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), Elena Sáenz, la jornada promovida por su entidad y celebrada en las instalaciones de la Finca ‘El Rebato’, de una de sus empresas asociadas, Agromillora, en el término municipal de la localidad barcelonesa de Subirats. Cabe señalar que ANOVE es una asociación privada y sin ánimo de lucro, constituida en 2006 y conformada por 57 entidades, de las cuales 54 son empresas privadas y 3 centros públicos de investigación (IRTA, IVIA y CITA), que se estructura en 4 áreas de actividad diferentes: frutales y berries; hortícolas y ornamentales; cereales, y maíz, oleaginosas y cultivos industriales.

En el área de los frutales, hasta los 90 años la investigación se centró en los centros públicos, eran variedades libres, por tanto, no estaban protegidas. Según la presidenta de ANOVE, «desde el momento que se empieza a desarrollar el sistema de protección de propiedad intelectual, este atrae el interés de grandes grupos dedicados a la obtención que han generado una serie de programas de mejora de frutales que hoy están en torno a 24». Además, ha explicado que en las empresas de frutal hay una gran tradición de genética francesa, sobre todo en pepita y hueso, y últimamente ha entrado investigación en frutos rojos, que en este caso casi toda viene de California (EE. UU.). «El gran boom que podemos destacar es que, gracias a que estas empresas han empezado a investigar y adaptar las variedades a climas más cálidos, en España se ha podido desarrollar una industria que antes no existía, que es la producción de frutos rojos, con un alto valor añadido y de la cual se exporta un 60–70% al resto de Europa», ha destacado Sáenz.

La visita, en la que ha participado Revista de Fruticultura, ha contado con la presencia de la directora general de Agricultura y Ganadería del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat de CatalunyaElisenda Guillaumes, a quien acompañaban la subdirectora de Agricultura del DARP, Neus Ferrete, y la jefa del Servicio de Ordenación Agrícola de esta consejería, Anna Goutan. Por parte del Grupo Agromillora han estado presentes el gerente, Ricardo Gutiérrez, y otros representantes de la compañía como el responsable de Investigación y Quality Assurance y uno de sus socios fundadores, Joan Torrents.

Frutas con más sabor

Sáenz ha comentado que muchas veces el consumidor desconoce que «gracias a la mejora vegetal contamos con frutas con más sabor, con apariencia y colores más atractivos, más resistentes a enfermedades y que tienen una vida más larga. El ámbito de la mejora es infinito». Para añadir que «lógicamente, cuando hablamos de frutas estamos pensando en el consumidor y hay que tener en cuenta que tenemos una tipología de consumidores muy diversa. Así, a un tipo de consumidor le puede gustar una manzana más amarga, y a otro más dulce, más granulosa, más tersa... Al final, la labor del obtentor es tratar de conseguir variedades que puedan atender a los gustos o las necesidades de cualquier tipo de consumidor, y esto es un gran reto para nosotros».

Durante su intervención, la presidenta de ANOVE ha destacado la importancia de la investigación vegetal que llevan a cabo las empresas obtentoras, un sector líder en inversión en I+D con un montante que se sitúa alrededor del 25% de su facturación. Al respecto, ha señalado que «estamos muy orgullosos de obtener nuevos productos con características nutricionales mejoradas. Apostamos decididamente por una producción sostenible, optimizando, por ejemplo, el uso de fertilizantes y haciendo que para el agricultor estos productos resulten más fáciles de emplear y sean más seguros». Y ha explicado que «gracias a la mejora genética se ha conseguido reducir las emisiones de CO2».

Asimismo, Sáenz ha manifestado que «a medida que reconocemos que estamos en un mundo globalizado, las plagas también lo están y cada vez viajan más y más rápido. Varias veces al año nos encontramos con nuevas alertas». A pesar de ello, la presidenta de ANOVE ha reconocido que la parte bonita que tiene el trabajo de obtentor vegetal es que «al estar al inicio de la cadena alimentaria hay que atender los requerimientos de todos los puntos de la misma. Por una parte, has de atender al productor, que quiere mayor producción, pero a la vez un cultivo de fácil manejo agronómico y resistente a plagas y enfermedades. Por otra, a un sector comercializador que necesita trasladar ese producto, que no quede afectado durante el transporte, que está pidiendo durabilidad; y cuando hablas de un producto que va a transformación, se necesitan calidades técnicas. Y, por último, el consumidor, que es el cliente final, está pidiendo sabor, variación, textura, acidez, dulzura; todas estas características son las que ha de incorporar un obtentor en su programa».

Lo que tiene claro Elena Sáenz es que «gran parte de la innovación arranca de la propia elección que hace el agricultor de una variedad y pensamos que somos el principal eje transmisor de la innovación. Es cierto que es una labor callada, incluso para nuestras propias administraciones. Lo hemos dicho muchas veces, somos un sector con el que prácticamente no se cuenta; nos tienden a englobar como un insumo más y no los somos, porque de hecho sin semilla y sin planta no habría producción, pero es algo que nos cuesta explicar, y eso es parte de la labor de ANOVE con jornadas como la que hemos programado hoy».

A Elisenda Guillaumes, directora general de Agricultura y Ganadería, le ha tocado recoger el guante de la queja de la presidenta de ANOVE, y por ello ha dejado claro que «la agricultura de este siglo debe ser sostenible e innovadora y para conseguirlo administración y obtentores han de trabajar unidos». Guillaumes ha aprovechado para poner en valor la labor de investigación que llevan a cabo las empresas dedicadas a la mejora vegetal, que «han conseguido dar respuesta a la demanda de los consumidores respetando, al mismo tiempo, la sostenibilidad económica y medioambiental de toda la cadena».

La representante del DARP ha recordado que el objetivo principal de su departamento es velar por la alimentación de todos los ciudadanos y por tanto les preocupa desde el sector primario hasta el plato. Así, el DARP está luchando por posicionar el sector primario, para que sea competitivo y capaz de afrontar los retos que vienen «que van desde alimentar a toda la gente del planeta a focalizarnos en temas más concretos como el cambio climático o la globalización». Por ello, Guillaumes ha indicado que «esta visita tiene mucho valor para mí. Agromillora es una empresa de distribución vegetal que ya está posicionada en el mercado, que es referente a nivel mundial. Solo con los números que nos han presentado hoy, que no conocía al detalle, están hablando que cerca de un 30% de sus ingresos se invierte en investigación y eso ya dice mucho de ellos». Para añadir que «comunicar la importancia de este sector primario al consumidor más urbano es una de nuestras prioridades».

 

 

 

 

 

 

 

Liderazgo en el sector viverístico

El Grupo Agromillora es una compañía líder a nivel mundial en el sector viverístico y un referente en la producción y comercialización a gran escala de especies leñosas con elevados estándares de calidad genéticos y sanitarios. En 2018, la empresa consiguió un volumen de 76 millones de plantas entregadas y unas ventas recurrentes a más de 25 países. Solamente, en el centro de ‘El Rebato’ este año la producción estará entre los 12–14 millones de plantas in vitro, tal como ha indicado el responsable de Investigación de Agromillora, Joan Torrents, que ha subrayado que «sobre todo son ‘Prunus’ (melocotonero, ciruelo, cerezo, …) y, además, en estos momentos está entrando con mucha fuerza el tema de los cítricos, los nuevos clones de manzano y los frutos rojos que están creciendo mucho». En este centro, hacen solo planta in vitro, la aclimatación de esta planta y su crecimiento hasta 20 cm, para luego enviarla a sus clientes viveristas (aproximadamente el 50% de la producción) o a su instalación creada para el injertado, que está en el Monistrol. En este centro para injertar, de una forma semiindustrial, y para hacer crecer esta planta, obtienen dos productos: Micrograft, una planta microinjertada pequeña (en un eje, y de la que ofrecen un gran número de combinaciones de especies y variedades), destinada a los viveristas, para que la liberen y hagan una planta tradicional, y Smartree, una planta pensada para las plantaciones en súper alta densidad destinadas a la mecanización, con la que están creciendo mucho a nivel mundial.

Torrents ha comentado que «nuestra filosofía es crear planta 100x100 clonal a través de la técnica ‘in vitro’ que a día de hoy sigue siendo la técnica más perfecta para la producción de planta clonal, genéticamente idéntica. Además, con un buen cuidado y partiendo de planta madre verificada, tenemos la certeza de poder vender planta sana». Así, toda la producción de frutales de la empresa es a través de planta in vitro, producida en laboratorio. «Son plantas que nunca tocan suelo ni están al aire libre; siempre están protegidas por mallas o plásticos, para asegurar que la planta, vía un sustrato estéril, no tiene ninguna enfermedad de raíces y, vía el control del medio donde crecen, está libre de cualquier enfermedad posible», ha añadido el responsable de Investigación de Agromillora. El laboratorio está equipado con la técnica PCR Real Time, la más moderna actualmente, que les permite hacer alrededor de 14.000 análisis anuales, «esto es nuestro propio control de calidad para asegurar que las plantas llegan sanas a nuestros clientes», ha puntualizado Torrents.

En olivo, el proceso de producción es más sencillo: de una planta madre, totalmente seleccionada y controlada, hacen estacas pequeñas de 2 entrenudos que pasan por un proceso de aplicación de hormonas para enraizar, obteniendo también unas plantas clonales. Esto se lleva a cabo en el centro de Can Bosc y, en 2019, la producción será de unos 12 millones de plantas. En Extremadura, Agromillora tiene unas instalaciones donde solo hace crecer el olivo. «Básicamente, las variedades que trabajamos son variedades adaptadas al superintensivo; este es nuestro máximo objetivo –ha indicado Torrents– porque nuestra filosofía desde siempre ha sido pensar y desarrollar técnicas de producción que puedan ser más rentables para el agricultor; hemos invertido mucho dinero y esfuerzo en ello. Y, hoy en día, es evidente que un problema mundial es el coste de la mano de obra. De ahí nuestra apuesta por hacer plantaciones de rápida entrada en producción, donde todas las labores sean casi totalmente mecanizables y en las que obtenemos árboles más pequeños, más eficientes que requieren menos agua por hectárea y menos abonos, y por tanto contaminamos menos el medio. Además, utilizamos la genética disponible en resistencias, por ejemplo, olivos resistentes a Verticillium o Xylella, portainjertos de cítricos resistentes o tolerantes a HLB, etc. Actualmente, en el mundo ya hay más 250.000 ha de olivo plantadas en superintensivo. Estamos trasladando este modelo al almendro, a los cítricos (naranjos) para zumos, al albaricoque y ciruela para zumos y pulpa».

En definitiva, esta visita a los viveros y el laboratorio de la finca ‘El Rebato’ de Agromillora ha permitido a ANOVE dar a conocer y compartir las últimas técnicas de mejora vegetal que están situando a Cataluña como una de las comunidades autónomas más relevantes en producción de frutales. En este sentido, Elena Sáenz ha manifestado que «Cataluña ha realizado una decidida apuesta por la investigación y el desarrollo de nuevas variedades vegetales y, actualmente, es un referente en la producción de manzano, peral y melocotonero».

Mayor rendimiento y calidad

La mejora genética vegetal tiene como finalidad poder aumentar el rendimiento y la calidad de los alimentos agrícolas, de las plantas ornamentales y de aquellos productos industriales que proceden de las plantas de cultivo. Además de incrementar la producción, la mejora genética también reduce los costes productivos beneficiado de esta forma a agricultores y consumidores, y colabora en la protección y cuidado del entorno medioambiental.
Las técnicas de mejora genética se pueden agrupar en tres bloques diferentes: convencional (elegir a los individuos de mejores cualidades, separarlos del resto y utilizarlos para obtener plantas de cualidades similares), hibridación (acción de cruzar sexualmente dos variedades o especies diferentes para conseguir reproducir en la descendencia alguno de los caracteres parentales) y transgénesis o modificación genética de organismos (en lugar de cruzar sexualmente dos plantas lo que se hace es incorporar solo uno o varios genes de la misma o de otra especie mediante diferentes técnicas de laboratorio).
Se estima que la mejora genética ha generado el 60% de los cambios de las plantas de cultivo. Así, según ha explicado ANOVE, entre otros, ha provocado el aumento de un 40% de la productividad de las plantas, han crecido los rendimientos económicos, se ha incrementado la eficacia en el consumo de agua, se han reducido las emisiones de CO2 a la atmósfera, se ha ahorrado energía y se ha perdido menos suelo. Al mismo tiempo, se ha reducido la altura de determinados cultivos, con lo que se evitan pérdidas por caídas provocadas por el viento; se ha mejorado la resistencia de la piel (el de los melones es el caso más paradigmático); se ha logrado que los productos frescos se conserven en el tiempo, y se han producido mejoras en la seguridad alimentaria, en las cualidades nutricionales y en las organolépticas de los alimentos.
Otros datos interesantes son que el coste medio de poner en el mercado una nueva variedad vegetal es de 1 a 1,5 millones de euros, y se necesita un promedio de 10 a 12 años para conseguirlo, y que el mercado español de semillas alcanzó en 2017 los 600 millones de euros, siendo el tercero de Europa y el decimotercero a nivel mundial.

 

I.F. – S.P., Subirats.

Publicado en Revista de Fruticultura nº71

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La empresa biotecnológica ha mostrado en diferentes sesiones celebradas en el marco de la COP25 cómo las microalgas pueden contribuir a dar respuesta al gran desafío medioambiental al que nuestra sociedad se enfrenta.

La empresa biotecnológica AlgaEnergy fue invitada a participar activamente en la Cumbre del Clima COP25, celebrada en Madrid el pasado mes de diciembre, para mostrar cómo las microalgas pueden contribuir a dar respuesta al gran desafío medioambiental al que nuestra sociedad se enfrenta y a la reducción de la emisión de un gas de efecto invernadero como lo es el CO2, principal nutriente de estos microrganismos.

En concreto, AlgaEnergy contó con un espacio destacado en dos encuentros organizados durante la celebración de la COP25. Por un lado, Augusto Rodríguez–Villa, presidente de AlgaEnergy, participó en la sesión ‘La biotecnología frente al cambio climático: Una sociedad más protegida, mejor alimentada y más sostenible’, organizada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), mientras que María Segura, subdirectora general y directora técnica de la compañía, lo hizo en la jornada ‘Las bioempresas ante la emergencia climática’, impulsada por el Ministerio para la Transición Ecológica ‘Castellana Verde’ y organizada asimismo por AseBio. Según Rodríguez–Villa, «para AlgaEnergy ha sido un verdadero placer poder mostrar, no solo la contribución de las microalgas para dar respuesta a los retos a los que nuestra sociedad debe hacer frente, sino también cómo nuestra compañía, a través de nuestras actividades, quiere ser un actor principal y activo en la lucha contra el cambio climático. No en vano, a través de nuestra actividad contribuimos de forma directa a cumplir nada menos que 11 de los 17 ODS de la ONU».

En ambas sesiones quedó patente cómo las microalgas pueden jugar un papel fundamental para dar respuesta a los tres grandes desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad: el alimentario, el energético y, cómo no, tratándose de este foro, el medioambiental. Las microalgas son, en efecto, el sistema de biofijación de CO2 más eficiente del planeta y fuente de alimentos de gran calidad y, de hecho, han sido catalogadas como el ‘alimento del milenio’ por la ONU. En efecto, es de destacar que estos microorganismos pueden contribuir de manera decisiva a la seguridad alimentaria, pues ya existen productos a base de microalgas que están jugando un papel clave en el aumento de los rendimientos productivos en la agricultura y en la calidad de los cultivos –sector para el cuál AlgaEnergy ha desarrollado y comercializa una gama de bioestimulantes agrícolas de gran eficacia, a base de esos microorganismos, en cuyo cultivo se ha utilizado CO2 procedente de otras industrias, que de otra forma se hubiera emitido a la atmósfera–.

Este bioestimulante ya ha recibido, además, el prestigioso sello ‘Solar Impulse – Efficient Solutions’, que busca identificar y distinguir a las 1.000 soluciones del mundo que contribuyen a proteger el medio ambiente, además de proporcionar una rentabilidad económica a los agentes involucrados. Hasta la fecha, tan solo 309 soluciones en todo el mundo han sido merecedoras del citado sello, pues el proceso de evaluación incluye un análisis riguroso para validar el carácter sostenible y rentable de cada solución, en el que participan diversos expertos con acreditada experiencia en el sector correspondiente.

www.algaenergy.es

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En pleno Campus Universitario de Espinardo, en Murcia, se encuentra el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Aprovechamos nuestra estancia en la capital murciana, donde Revista de Fruticultura ha asistido al III Congreso de Fruta de Hueso, para acercarnos hasta sus instalaciones y conocer al detalle los trabajos de investigación que realiza el grupo de Mejora Genética de Frutales, que se encuadra dentro del Departamento de Mejora Vegetal, y que está integrado por 7 investigadores, 4 postdoctorales, 8 estudiantes y 5 técnicos.

A nuestra llegada al centro nos ha recibido el investigador Federico Dicenta, jefe del Grupo de Mejora Genética de Frutales, seleccionado como Grupo de Excelencia de la Región de Murcia, de los cuales solo hay 20, escogidos por la Fundación Séneca y la Agencia Nacional para la Evaluación de la Calidad (Aneca). «Un grupo de mejora clásica y con una visión muy aplicada sobre el sector, y una producción científica y de material vegetal importante», con estas palabras ha definido Dicenta su grupo. A la espera de que se fuesen incorporando a la conversación otros miembros del equipo, nos ha explicado cómo funcionan y están estructurados indicando que «en nuestro grupo tenemos tres grandes líneas de investigación que son los programas de mejora en tres ‘Prunus’, almendro, albaricoquero y ciruelo, que es lo que nos ha dado el sello de calidad a nivel nacional e internacional. Los dos primeros son muy antiguos, con variedades en el mercado tanto en España, con diversos contratos de viveros que las multiplican, como en todo el mundo. «Más reciente es el programa del ciruelo japonés, que lidera David Ruiz, en colaboración con el IMIDA (Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario)», con el que además hemos constituido una estructura que el CSIC denomina unidad asociada, en la que tenemos cinco programas de mejora de los ‘Prunus’ más importantes, algo que no sucede en ningún otro lugar del mundo. Nosotros aportamos almendro y albaricoquero y la mitad de ciruelo y ellos la otra mitad de ciruelo, más melocotonero y cerezo. Ellos tienen una actividad más aplicada y nosotros combinamos esta con la científica. Formamos un buen equipo».

Los programas de mejora se fijan en función de las demandas del sector, ya sea el vivero, el productor o el consumidor. Dos son los conceptos que se buscan con una nueva variedad: rentabilidad (que dependerá de la especie, por ejemplo, en albaricoquero o ciruelo la da la extraprecocidad) y sostenibilidad en el tiempo. «Las variedades son nuestro tema estrella, es lo que ve el sector. Ahora mismo en albaricoquero y almendro, tenemos una serie de variedades con muchos contratos», ha indicado el investigador que ha recalcado que «si bien vender estas variedades supone un retorno importante para el CSIC en visibilidad y dinero, no es el objetivo, sino una consecuencia; no es un tema comercial».

Otra demanda del sector, sobre todo de los viveros, es la planta certificada. Aunque en cítricos ha sido una necesidad y ya es obligatoria, en frutales hasta ahora no lo es y no había tanto interés, pero «ante el crecimiento de los viveros, la introducción de nuevas enfermedades como Xanthomonas o Xylella, esto va a cambiar; o se multiplican las plantas en viveros serios con material vegetal bien localizado, bien etiquetado, o será un caos», ha manifestado Federico Dicenta, que nos ha explicado que por ello hace dos años empezaron a trabajar «para sacar material certificado y, aunque ha habido varios cambios en la legislación, ya hemos conseguido de la Oficina Española de Variedades Vegetales el sello de planta certificada para nuestras variedades de almendro, que están disponibles para los viveros. Pronto estarán disponibles los albaricoqueros y ciruelos.. Ya tenemos lista de espera. A los viveros les interesa la planta certificada, sobre todo, para exportación. Tener una trazabilidad del material vegetal y unos controles periódicos, en lugar de ser una dificultad es un beneficio absoluto, sobre todo a nivel de sanidad vegetal».

Igualmente, apoyando a los programas de mejora, el grupo trabaja en temas trasversales a estos como, por ejemplo, los estudios de biología floral; la resistencia a enfermedades (principalmente virosis); biotecnología–marcadores moleculares; calidad del fruto y adaptación al cambio climático. Sobre la resistencia a enfermedades, el investigador ha señalado que «somos bastante competitivos en este tema. Así, hemos trabajado con la resistencia a la Sharka, y estamos empezando con otras enfermedades como el ACLSV (Apple Chlorotic Leaf Spot Virus), el Hop stunt Viroid y nuestro próximo tema estrella es la Xylella fastidiosa. En este sentido, formamos parte de una plataforma temática interdisciplinar, que es una apuesta del CSIC, sobre Xylella». La línea de resistencia a enfermedades la lidera Manuel Rubio.

‘Las variedades son nuestro tema estrella, es lo que ve el sector’

Los investigadores del grupo de Mejora Genética de Frutales del CEBAS–CSIC se han formado también en universidades y centros de investigación internacionales de reconocido prestigio como la Universidad de California (Estados Unidos), INRA (Francia), Universidad de Copenhague (Dinamarca), Universidad de Chile, East Malling (Reino Unido), Max Planck (Alemania) y la Universidad de Adelaida (Australia). «Esto nos permite conocer nuevas técnicas e intercambiar conocimientos, así como ampliar nuestras redes de contactos», ha comentado Dicenta.

Además de intentar captar recursos tanto regionales como nacionales e internacionales, el grupo de Mejora Genética de Frutales del CEBAS–CSIC tiene una elevada producción científica y de tesis doctorales, así como una gran actividad de transferencia al sector a través de conferencias, presencias en ferias y publicaciones de divulgación.

Las autocompatibles destronan a las tradicionales en almendro

A continuación, Federico Dicenta ha hablado del programa de mejora del almendro, un ejemplo de mejora clásica, que data de finales de la década de los ochenta, recordando que «cuando empezamos se trataba de un cultivo marginal, poco productivo, criado bajo la filosofía ‘invierto poco y recojo menos’ … hasta que los americanos comenzaron con campañas de promoción de la almendra en India o China favoreciendo el aumento de su demanda, que no se cubría con las hectáreas plantadas a nivel mundial y, en consecuencia, una subida de los precios, que después se han estabilizado, muy exagerada». Esto llevó a los productores españoles a plantar más almendros y a hacerlo en zonas cada vez más frías, en el interior del país.

Con el programa de mejora se buscan variedades de floración extratardía, para reducir al máximo la pérdida de la cosecha por las heladas, y que además sean autocompatibles, para permitir el cultivo monovarietal y favorecer el cuajado de frutos, incluso en condiciones climatológicas adversas.

Según el investigador, en la actualidad las variedades tradicionales como la ‘Marcona’ y la ‘Desmayo Largueta’ no son tan rentables para los productores como alguna de las autocompatibles. «Son solo un reclamo comercial pues, aunque se paga más por ellas, no se obtienen los mismos kilos que con una variedad autocompatible. Además, en zonas de riesgo de heladas, con la floración temprana, ya sabes que cada cierto tiempo te vas quedar sin cosecha, por esta razón el agricultor ha optado por variedades autocompatibles y, en las zonas donde sea necesario, de floración tardía», ha declarado. «Ahora mismo, estamos viviendo lo que puede ser un problema inverso a lo que ha sucedido en años anteriores; los mejoradores hemos obtenido muchas variedades de floración tardía, que se están cultivando en el Valle del Guadalquivir, porque son las nuevas. Nadie se plantea que pueda haber algún problema». Aunque el almendro es un árbol muy flexible, Dicenta es de la opinión que «las variedades se crean para un sitio determinado».

El programa de mejora del almendro del CEBAS–CSIC obtuvo primero las variedades ‘Antonieta’ y ‘Marta’, que con sus ventajas e inconvenientes están muy difundidas; posteriormente ‘Penta’ y hace más o menos un año ‘Makako’.

A la pregunta de ¿cuándo se está seguro de que se ha acertado con una variedad?, Federico Dicenta ha afirmado que «la variedad buena es la que se queda, la que no se arranca, y no la más plantada. O cuando al cabo de muchos años el productor te envía la foto de su plantación y te comenta lo contento que está. Este es seguro el caso de nuestra variedad ‘Penta’». Se trata de una variedad extratardía, que florece un mínimo de dos semanas después que las tardías ‘Ferragnés’, ‘Guara’, ‘Marta’, etc.; que cuaja muy bien, tiene muchas flores; que es fácil de podar, y se adapta muy bien a la reducción de marcos incluido el de alta densidad. «Es una variedad con un retorno siempre positivo, y que se está plantando mucho. A esto hay que añadir que su fruto, aunque de tamaño pequeño (1 g), es muy dulce, muy bueno para comer, la industria –leches de almendra, snacks y confitería– está encantada. Es verdad que hay otras variedades en esa época de floración, pero por su capacidad productiva ‘Penta’ no tiene rival. Y no lo digo yo, lo dicen los propios productores» ha recalcado con orgullo el investigador.

Viendo el éxito de la ‘Penta’, el grupo de Mejora Genética del CEBAS–CSIC pensó que esta necesitaba un “novio”, una variedad que floreciera en la misma época para salvar la helada, de buenas características y productiva, pero que madurase diferente para permitir al productor escalonar. Dicenta ha recordado que «mi idea era buscar una que madurase antes, pero ‘Penta’ ya lo hace muy temprano. Al final, encontramos una que maduraba entre 7 y 9 días después, ‘Makako’». El investigador nos ha indicado que ‘Makako’, que en sí no es una variedad nueva sino una selección del centro, está teniendo una gran aceptación, a pesar de que en la actualidad no hay fincas en producción, «pero sí hay en varios centros de experimentación. Han visto el árbol madre, las características y se fían de nosotros. Creo que va a remplazar la oferta de ‘Lauranne’, que es de una excelente calidad, pero florece diez días antes que ‘Penta’ y diez días son muchos. Y en un futuro no sé si reemplazará a ‘Penta’, porque es un árbol más vigoroso y al viverista le gusta más trabajar con ‘Makako’. Existen muchas opciones productivas y hay sitio para la almendra grande, la pequeña, la larga, la redonda, la blanda, la dura, etc. Hay que saber buscar y que luego el mercado sea capaz de absorberla. Al final, cuando juegas a muchas cartas alguna aciertas y nosotros jugamos a muchas cartas».

Las nuevas plantaciones son grandes, de una sola variedad, sobre patrones GF o Garnem y con un enorme recorrido. Eso permitirá al gran productor ofrecer partidas grandes, con una calidad estable año tras año. Dicenta ha señalado que «participamos en un Grupo Operativo sobre la calidad de la almendra murciana, liderado por Pedro José Martínez García. Cuando nos reuníamos con los productores, estos preguntaban que cómo podía ser que se pagase más la almendra americana si era de peor calidad y no sabía a nada. Mi respuesta era que, independientemente de su sabor, cuando el turronero compra un saco de americana sabe qué variedad compra, y que es la misma del año pasado y del próximo. No es amarga ni tiene piedras metidas ni aflatoxinas, así que poneros las pilas, les decía».

Por otro lado, el investigador tiene claro que el diseño y manejo de la plantación es una de las asignaturas pendientes en el almendro. Según Dicenta, hay muchas opciones, entre ellas la alta densidad. «Es una opción, pero cada uno tiene su norma. Yo todavía no he visto un trabajo científico que demuestre cuál es mejor. Respecto a la poda, personalmente me quedo con el trabajo de los americanos, de Roger Duncan, sobre ensayos de fincas de 20–30 ha a lo largo de varios años, con una estimación de costes de producción, ¿cuánto me cuesta la poda?, ¿cuánta producción saco? Y ellos concluyen que, en sus condiciones, cuanto menos poden mejor. Que el árbol está feo, no pasa nada, no se trata de un concurso de belleza, sino que han de obtener el máximo rendimiento económico por ha», ha apuntado. Para añadir que «si fuese un inversor que no conoce el almendro, apostaría por la alta densidad, porque bien asesorado y con maquinaria lo tendría todo automatizado y los costes de producción serían, en un principio, menores. Eso sí, con una variedad para alta densidad; no todas sirven».

Federico Dicenta también nos ha comentado que han iniciado una línea para ver qué usos puede tener la cáscara de almendra. «Aunque no se trata de una idea original– hoy ya se utiliza el tegumento, el mesocarpo, la cáscara, la poda–, hay que buscar una salida para los distintos subproductos de la almendra ante el aumento de la producción» ha subrayado.

El trabajo realizado por el científico murciano durante décadas ha recibido su premio. Así, como ‘reconocimiento a su destacada trayectoria profesional dedicada a la búsqueda de la excelencia en las variedades de almendra’ la Federación Nacional de Empresas Exportadoras de Almendra y Avellanales le ha distinguido con la medalla SAB–Almendrave. El encargado de entregar esta condecoración a Dicenta ha sido el presidente de la Spanish Almond Board–Almendrave, Pere Ferré, durante el V Encuentro de la Almendra y Avellana, celebrado a principios del mes de mayo en el Palacio González Campuzano de Murcia y al que acudieron más de 150 empresarios, productores y técnicos del sector de los frutos secos.

Asimismo, Dicenta ha comentado que recientemente un equipo internacional de investigadores, encabezados por Raquel Sánchez Pérez, que forma parte del Grupo de Mejora Genética de Frutales, ha logrado identificar el genoma completo de la almendra y desvelar cómo este fruto seco dejó de ser tóxico y amargo para convertirse en comestible y dulce. La Dr. Sánchez Pérez coordina un Grupo Operativo a nivel nacional para la erradicación de la almendra amarga.

Proyecto coordinado para el ciruelo japonés

A continuación, hemos conversado con David Ruiz, científico titular del CEBAS–CSIC y responsable del programa de mejora del ciruelo japonés (Prunus salicina Lindl.), en el que trabajan con el IMIDA. Según nos ha comentado, esta colaboración «supone un hito, ya que es el primer programa que llevamos a cabo de forma coordinada ambos centros. Ha sido un paso muy positivo, ya que ellos tienen experiencia en melocotón, nectarina y cerezo, mientras que nosotros en albaricoque y almendro, y decidimos apostar conjuntamente por este programa de mejora de ciruelo japonés, que es una especie complicada, ya de por sí, por la propia tipología de la flor que no tiene nada que ver con la del almendro o del melocotón a la hora de hacer cruzamientos, polinizaciones, etc.».

A nivel nacional, en los últimos 15–20 años, la situación del cultivo del ciruelo japonés ha sido problemática, con un descenso de superficie. Así, Murcia que era una gran productora de ciruelo japonés, «ya no lo es por diversos motivos como el seguir basando el cultivo en variedades tradicionales muy antiguas como ‘Red Beaut’, ‘Santa Rosa’, ‘Golden Japan’, ‘Angeleno’, ‘Fortune’, … que arrastran en algunos casos problemas de sanidad vegetal y en otros a nivel productivo; o la ausencia de variedades de maduración muy temprana, cuya disponibilidad en el mes de mayo se limita casi a ‘Red Beaut’ que madura a final de este mes», ha explicado Ruiz que ha destacado que «en zonas cálidas, como las del sureste español y de Andalucía occidental, existen condiciones climáticas que posibilitan producir ciruela en mayo, época en que no hay competencia en el resto de Europa, pero para ello hay que disponer de variedades de bajas necesidades de frío y de maduración temprana. Aquí se abre un hueco de producción importantísimo».

Otro problema que tiene la especie ciruelo en muchos casos, y que ha provocado en los últimos años un descenso de su superficie de producción, es una polinización inadecuada. Esto se debe a que la casi totalidad de variedades existentes son autoincompatibles, precisan polinización; eso significa que se necesitan dos variedades que florezcan al mismo tiempo, que sean intercompatibles e instalar colmenas con abejas; y a menudo ha subrayado el investigador del CEBAS–CSIC «no se han elegido bien las dos variedades cultivadas, o se han producido inclemencias meteorológicas en la época de polinización y las abejas no han funcionado».

Otra dificultad es la incidencia del virus de la Sharka, que causa importantes daños en esta especie frutal. Si bien la sintomatología no es tan acusada como en albaricoque, hay muchas variedades que se deprecian comercialmente y, además, son una fuente de contaminación o expansión a especies como el albaricoque, como se ha producido en Murcia. «La ‘Red Beaut’ fue la que introdujo la Sharka en España» ha indicado Ruiz.

En 2011, ante esta situación complicada y pesimista en el cultivo del ciruelo, desde el CEBAS–CSIC e IMIDA decidieron iniciar el programa de mejora genética del ciruelo japonés «con el objetivo de conseguir nuevas variedades que aporten unas características mejoradas y que logren que este cultivo pueda ser rentable y sostenible». Al respecto, el científico ha subrayado que, en estos 7/8 años, «ya tenemos selecciones avanzadas de ciruela, pensamos que vamos por el buen camino. Los objetivos que perseguimos son claros: 1) conseguir variedades de maduración temprana (mayo y junio), un objetivo prioritario pues es una época en la que los mercados europeos están vacíos de ciruela, tenemos allí mucho potencial. 2) la autocompatibilidad floral; 3) la calidad del fruto, y la variabilidad de tipologías de piel oscura (de piel granate/roja/negra y pulpa roja, de piel negra/morada y pulpa amarilla) y sobre todo de pulpa roja que tiene una demanda creciente por parte del consumidor; 4) e introducir la resistencia al virus de la Sharka». Sobre este último aspecto, David Ruiz ha comentado que, al no existir en ciruelo variedades resistentes, están haciendo híbridos interespecíficos (plumcots) de cruces de albaricoquero y ciruelo para intentar trasladar las fuentes de resistencias del albaricoquero al ciruelo. Se trata de un objetivo ambicioso, pues no es fácil obtener interespecíficos, por lo que no esperan obtener resultados a corto plazo. Aun así, «ya disponemos de interespecíficos, pero posiblemente alguno de ellos hará falta volver a retrocruzarlo con ciruela para conseguir una producción de calidad óptima», ha señalado Ruiz, que también ha apuntado que «es una línea interesante y pionera en España, aunque no somos los únicos porque en EE. UU. ya se ha trabajado en interespecíficos».

En definitiva, el responsable del programa ha afirmado que «las perspectivas a corto y medio plazo son buenas, pues ya disponemos de selecciones avanzadas. Hemos diseñado unos buenos cruzamientos desde el principio que están dando resultados; por una parte, hemos conseguido generar mucha descendencia y evaluarla en poco tiempo porque ha entrado en producción muy rápido, y eso nos ha sorprendido porque al año de plantarla ya teníamos fruta; y estamos teniendo muy buenos resultados en la selección. Todo esto ha acelerado el proceso y es posible que en poco tiempo tengamos alguna noticia interesante en forma de nuevas variedades. Estamos muy satisfechos». Ahora están validando las selecciones más interesantes, sus características, injertándolas en patrones comerciales.

David Ruiz nos ha recordado que este programa de mejora del ciruelo japonés es el único que se está haciendo a nivel público en nuestro país, aunque existen otros a nivel privado.

Adaptación al cambio climático

Ruiz ha aprovechado para hablarnos del ‘Grupo Operativo Suprautonómico de Adaptación del sector de frutales de hueso al cambio climático’, conformado hace un par de años (en 2017), con un consorcio de empresas e instituciones en el que están parte de los principales actores del sector productivo y que cuenta como centros de investigación con el CEBAS–CSIC y el IMIDA. La finalidad de este grupo operativo es, en el contexto actual de un problema real que ya se está sufriendo como es el cambio climático, intentar desarrollar estrategias, con distintas aproximaciones, para mitigar sus efectos en el sector de la fruta de hueso. Así, los objetivos específicos perseguidos por este Grupo Operativo son los siguientes: a) Identificación y caracterización de áreas agroclimáticas y homoclimáticas, para un cultivo eficiente y sostenible en los escenarios actuales y futuros de cambio climático; b) Orientaciones productivas óptimas, mediante el establecimiento de grupos varietales en función de sus necesidades de frío invernal y adaptación a las condiciones climáticas actuales y futuras;  c) Desarrollo y optimización de sistemas, métodos y prácticas de cultivo que puedan mitigar los efectos negativos del cambio climático como, por ejemplo, la validación y optimización de productos bioestimulantes para la salida del letargo, o el uso de mallas de sombreo para incrementar la acumulación de frío; d) evaluación agroeconómica; e) Desarrollo de un Sistema Integrado de Información y Apoyo a la Decisión (DSS) mediante una aplicación online.

Bajas necesidades de frío en albaricoquero

Junto a David Ruiz, José Egea, que a pesar de estar jubilado sigue yendo al centro por ilusión, como él mismo ha reconocido, dirige proyectos como el programa de mejora del albaricoquero. Los principales objetivos a conseguir con las nuevas variedades son: bajas necesidades de frío invernal, precocidad de maduración, autocompatibilidad floral, resistencia a Sharka y elevada calidad gustativa. En Murcia, hay una zona muy extensa que trabaja y abastece el mercado temprano de albaricoque. El grueso de los albaricoques precoces se recolecta sobre el 1 de mayo, por lo que el mercado está saturado. Para aliviar esta situación y a petición del sector, desde el CEBAS–CSIC buscan ampliar el calendario productivo con nuevos materiales para la época del 15–30 de abril. No obstante, Egea ha manifestado que «en albaricoque nuestra máxima preocupación es que no disponemos de materiales con tan bajas necesidades de frío como ocurre en el melocotonero, donde sí hay variedades con necesidades de frío de 100 o 150 chill según el modelo Utah. En albaricoque, las que menos requieren tienen 500 chill; con estas variedades, en las áreas cálidas de la Región de Murcia, estamos empezando a notar los efectos perniciosos del cambio climático, pues el potencial productivo de una variedad está determinado por la adecuada satisfacción de dichas necesidades de frío».

Por este motivo, el investigador ha indicado que «nuestro objetivo clave hoy es obtener materiales que puedan afrontar esa situación. Sin embargo, su obtención es difícil pues no hay o hay muy pocos materiales de base; es decir, parentales capaces de transmitir ese carácter y eso unirlo a la calidad, etc. Afortunadamente, en el CEBAS–CSIC, hace tiempo que estamos trabajando en los problemas de necesidades de frío invernal, hemos ido a buscar variedades con 300 chill, 200, 150… Insisto, es difícil porque no hay material de base, pero nuestra inquietud nos está ayudando a avanzar y podemos decir que ya tenemos algún material que tiene una menor necesidad de frío, si bien todavía no es útil para sacar al mercado, que puede resolver esos problemas de inviernos extraordinariamente cálidos que se presentan». Han realizado muchos cruzamientos en esa dirección, para obtener variedades precoces, pero también disponen de otras líneas, como la que denominan Gourmet, de materiales de extraordinaria calidad gustativa, tipo ‘Moniquí’, aunque mejorada. Egea ha recordado que ellos descubrieron que esta variedad era autoincompatible y con un pistilo muy largo, que sin una buena polinización no produce, pero que por sus restantes buenas características empezaron a cruzar con otras. «Así, obtuvimos un grupo de individuos interesantes, pero sin el color exigido por la demanda». Lo que demandaba el consumidor europeo era sobre todo color, muchas veces sin llevar asociadas características de calidad adecuadas; por ello, como ha señalado Egea, «se enviaba ‘Moniquí’ a Europa y decían que no les gustaba. Pero eso ha ido cambiando. Ahora tenemos una buena calidad gustativa, pero con color.». Otra variedad de esta línea Gourmet es ‘Micaelo’. A demanda del sector, también han realizado investigaciones para mejorar la vida útil de los albaricoques, que cada vez viajan más lejos.

Como en el ciruelo japonés, en el albaricoquero están trabajando en la autocompatibilidad floral, pues según ha explicado el investigador «hay muchas variedades precoces autoincompatibles que han dado disgustos, porque si las condiciones ambientales no son adecuadas, no hay polinización y frecuentemente no se tiene información suficiente sobre las variedades polinizadoras».

Respecto a la resistencia a Sharka en albaricoquero, José Egea ha comentado que «nadie ha profundizado tanto en este problema como nosotros. Estamos en una zona tradicionalmente de mucha Sharka. Gracias a que la gran mayoría de las variedades que hemos obtenido son resistentes al virus, este problema se ha reducido en parte al no propagarse. En caso de que un árbol esté infectado de Sharka y hay que quitarlo antes de que la enfermedad se propague».

Plataforma de difusión

Para dar a conocer las variedades frutales obtenidas en el CEBAS–CSIC y los conocimientos científicos adquiridos, los investigadores del Grupo de Mejora de Frutales han constituido la plataforma en Internet CEBASfruit®, que está en castellano e inglés. Federico Dicenta ha señalado que se «trata de una herramienta muy útil que nos da visibilidad, que surge para tener mayor cercanía con el sector frutícola, tanto a nivel de productor como de viveristas, y ofrecerle apoyo técnico». De la misma se encarga el ingeniero agrónomo Jesús López Alcolea. Su función principal es la puesta en funcionamiento de la transferencia, mantener una relación más estrecha con los viveristas y con los productores, además de gestionar los contratos y la expansión internacional, y el tema de la planta certificada. También, se utiliza la web del centro y el canal de youtube, para que se puedan ver las distintas variedades con las que trabajan en un video corto. «Es una visión más comercial de las nuevas variedades», ha señalado.

López Alcolea ha explicado que con esta plataforma «pretendemos plasmar la transferencia que hacemos y facilitar el máximo de información de las nuevas variedades que estamos obteniendo a fin de optimizar la elección varietal en los diferentes emplazamientos, sobre todo a causa del cambio climático. Si se abren nuevas opciones, nuevos territorios donde explorar, tanto en almendro como en albaricoquero y en un futuro en el ciruelo, hay que explotarlas al máximo».

Dicenta ha indicado que la plataforma CEBASfruit® está financiada con una parte de los royalties que paga el productor y que revierten en los grupos de investigación. En este sentido ha manifestado que «aunque cada vez más la transferencia está integrada en los proyectos de investigación, no hay presupuesto suficiente en estos para abordar una plataforma con la ambición de la nuestra. Es importante que la gente sepa que cuando paga un ‘royalty’ sirve para algo, le vale a él para tener la garantía de que está comprando algo de calidad y nos vale a nosotros porque lo utilizamos para seguir generando conocimiento y nuevas variedades».

Por último, hemos hablado con Pedro Martínez Gómez, doctor en Biología Molecular y Biotecnología por la Universidad de Murcia, que se ha especializado en desarrollar nuevas herramientas genómicas y bioinformáticas para conseguir frutales del género Prunus más resistentes por un lado a la sequía, a la escasez y cada vez menor calidad del agua que se agravará con el cambio climático, y por otro al ataque de virus, bacterias y hongos. «Me gusta enfocar la parte más científica pura y dura a nivel de objetivos de mejora, donde lo que hay es una incorporación de objetivos cada vez más complejos» ha precisado el investigador.

«Una de las ideas que tengo es ir incorporando metodología o propuestas del mundo de la filosofía analítica y el epianálisis para los programas de mejora», ha dicho Pedro Martínez, que «sirve para organizar las ideas en torno a cómo enfocar los nuevos diseños, que son las nuevas variedades, para cualquier lugar del mundo». Además, ha mencionado otros conceptos como la ‘Ciencia del Diseño’ donde la predicción constituye el objetivo principal de la mejora genética. Aspectos complejos que abordaremos con detalle en otra ocasión.

I.F. – S.P., Murcia.

Publicado en Revista de Fruticultura nº71

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La Casa del Almirante de Tudela (Navarra) acogerá el 28 de noviembre, a las 17.30h, la final del certamen ‘Tesis en 3 minutos’ de Campus Iberus que disputarán trece jóvenes investigadores. Promovido por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad Pública de Navarra en colaboración con la Unidad de Cultura Científica, el Servicio de Comunicación y el Centro Superior de Innovación Educativa, el concurso celebrado desde 2012 está dirigido a los investigadores en formación que se encuentren, al menos, en el tercer curso de Doctorado de las universidades de Zaragoza, Lleida, Pública de Navarra y La Rioja, así como a doctores que hayan leído su tesis en estos campus después del 21 de septiembre de 2018.

La convocatoria, que tiene como objetivo acercar la labor de los jóvenes investigadores a la sociedad y, al mismo tiempo, inculcar en ellos el interés por la divulgación y difusión de la ciencia, plantea el reto de explicar tener su investigación en tres minutos, de ahí el nombre, en una exposición oral y con un lenguaje sencillo, inteligible y accesible al gran público.

Uno de los finalistas de este año es Maite Rodríguez Lorenzo, que representará a la Universidad de La Rioja, que obtuvo el grado de doctora por su tesis titulada "Estudio del origen genético de la variedad de vid 'Garnacha Blanca', de su diversidad fenotípica y de los efectos moleculares asociados a la variación en el color de la uva", calificada con sobresaliente ‘cum laude’ con mención internacional. En ella demuestra que una mutación genética es la responsable de la pérdida de color de la uva en la variedad ‘Garnacha Blanca’, lo cual potencia el ‘carácter aromático floral, de fruta blanca y herbáceo que caracteriza a los vinos blancos’.

Desarrollada en el marco del programa de Doctorado ‘Enología, Viticultura y Sostenibilidad’ del Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja, la tesis se ha realizado en el Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV) y en la Sección de Viticultura y Enología del Gobierno de Navarra (EVENA); dirigida por José Miguel Martínez (ICVV), Javier Ibáñez (ICVV) y Pablo Carbonell (Max Planck Institute for Developmental Biology).

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Syngenta ha anunciado que dedicará un total de 2.000 millones de dólares durante los próximos cinco años para ayudar a los agricultores a prepararse y abordar las crecientes amenazas derivadas del cambio climático. La inversión incluye un nuevo objetivo de sostenibilidad que consiste en desarrollar e introducir en el sector dos innovaciones tecnológicas al año, con el fin de reducir la contribución de la agricultura a los efectos de este fenómeno, incrementar su capacidad de mitigación y ayudar a que el sistema alimentario permanezca dentro de los límites de sostenibilidad planetarios.

Erik Fyrwald, CEO de Syngenta, ha señalado que la inversión en investigación y desarrollo en programas de agricultura sostenible se complementará con una iniciativa para reducir la intensidad de las emisiones de carbono en las operaciones de la empresa en al menos un 50 % para el 2030 con el fin de respaldar el Acuerdo de París sobre cambio climático. El compromiso de Syngenta está ratificado y avalado por la Iniciativa de objetivos basados en la ciencia (Science Based Targets, SBTi).

«Ahora, la agricultura está al frente de las iniciativas globales que tienen por objetivo abordar el cambio climático», ha comentado Fyrwald, que ha subrayado que «Syngenta está comprometida en acelerar nuestra innovación a fin de hallar mejores soluciones y cada vez más seguras para abordar el desafío compartido que implica el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad». Para añadir que «estas no son solo palabras, sino acciones concretas que centrarán nuestra atención en ayudar a los agricultores y productores a abordar el cambio climático y reducir la contribución del sector a las emisiones de gas de invernadero mundiales».

Los 2.000 millones de dólares se canalizarán en programas de tecnologías innovadoras que posibilitarán un cambio gradual en la sostenibilidad de la agricultura, tales como el uso adecuado de la tierra, la salud del suelo y el control integrado de plagas.

A través de su colaboración con The Nature Conservancy, Syngenta está desarrollando estrategias para identificar y evaluar innovaciones y tecnologías que puedan beneficiar a los agricultores y contribuir a generar resultados positivos en el medioambiente. La colaboración se fundamenta en iniciativas para promover la salud del suelo, la eficiencia de los recursos y la protección del hábitat y biodiversidad en las principales regiones agrícolas del mundo.

La empresa ha indicado que los objetivos propuestos forman parte del compromiso de ‘Acelerar la innovación’ que asumió a principios de este año para abordar los desafíos a los que se enfrentan los agricultores debido al cambio climático, la erosión del suelo y la pérdida de la biodiversidad. Además, los avances hacia el logro de estos objetivos se comunicarán anualmente y se auditarán de forma independiente.

www.syngenta.es

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La Jornada BIOVEGEN ‘TECHNOLOGY ATTRACTION: INIA, tecnología al servicio de la agricultura’ se celebrará el próximo miércoles 23 de octubre, de 12.00 a 14.30 horas, en el Auditorium Fruit Forum (Pabellón 4) de la feria internacional FRUIT ATTRACTION 2019.

Esta Jornada, organizada por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y la Plataforma Tecnológica de Biotecnología Vegetal (Biovegen), pretende ser un foro de presentación de las capacidades científico/tecnológicas de la red de centros INIA y cómo ponerla a disposición de sector agro español, para mejorar su capacidad tecnológica, competitiva y su inversión en I+D.

La tarde acogerá las reuniones B2B entre asistentes, centros INIA y socios BIOVEGEN.

Organizada por IFEMA y FEPEX, FRUIT ATTRACTION 2019 se celebrará del 22 al 24 de octubre en los pabellones 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de Feria de Madrid. Una convocatoria en la que se darán cita 1.800 empresas y 90.000 profesionales, convirtiendo a Fruit Attraction en el punto de encuentro internacional más eficaz, en un momento clave para la oferta y la demanda profesional de frescos.

Ya puedes consultar el programa e inscribirte a la jornada.

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El mundo de la investigación tendrá su espacio en la XI edición de la feria Fruit Attraction con la celebración de la jornada ‘Technology Attraction: INIA, tecnología al servicio de la agricultura’, organizada por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) y la Plataforma Tecnológica de Biotecnología Vegetal (Biovegen). La sesión se llevará a cabo el miércoles 23 de octubre, de 12.00 a 14.30 horas, en el espacio Fruit Forum en el pabellón 4 del recinto de IFEMA en Madrid.

Según sus organizadores, el coloquio «pretende ser un foro de presentación de las capacidades científico/tecnológicas de la red de centros INIA y cómo ponerla a disposición de sector agro español, para mejorar su capacidad tecnológica, competitiva y su inversión en I+D».

En esta jornada participarán ponentes de reconocido prestigio como Hipólito Medrano, director de INAGEA en Baleares; Esteban García, director de IRIAF en Castilla La Mancha; Enrique Moltó, director de IVIA en la Comunidad Valenciana; Leire Barañano, directora de NEIKER en el País Vasco; José Manuel Casanova, presidente y CEO de PROBELTE; Eva Sánchez, directora y gerente de INNOPLANT, además de representantes del INIA, CITA en Aragón, IFAPA en Andalucía e IRTA en Cataluña.

Cabe recordar que, organizada por IFEMA y FEPEX, Fruit Attraction 2019 se realizará del 22 al 24 de octubre en los pabellones 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de Feria de Madrid.

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La comunidad científica europea hizo pública el 25 de julio una declaración abierta dirigida tanto al Parlamento y Consejo Europeos, como a la Comisión Europea, para que permitan las técnicas de edición genómica y con ellas, una agricultura sostenible y, al mismo tiempo, mejorar la producción de alimentos. La petición de este colectivo se da en un contexto global de aumento de la población, disminución de la biodiversidad y de los recursos, y aumento de la temperatura del planeta, con la necesidad de generar más alimentos mejorando las plantas y desarrollando variedades de cultivo mucho más sostenibles.

Quienes firman el escrito han destacado que la capacidad de utilizar estas nuevas tecnologías de edición genómica «es crucial para el bienestar y la seguridad alimentaria de la ciudadanía europea». Son 117 los institutos de investigación que han firmado un informe de posición inicial que ha dado lugar a la declaración hecha pública, entre ellos el Vicerrectorado de Investigación de la Universitat de València. Además, personal científico de diversas instituciones europeas ha difundido vídeos en los que se explican las ventajas de esta nueva técnica. Entre ellos, hay uno en el que participan Juli Peretó, vicedirector del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (CSIC–Universitat de València), y José Pío Beltrán, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas y coordinador del CSIC en la Comunidad Valenciana.

En esta declaración pública se destaca que la agricultura europea puede hacer contribuciones considerables a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU con la aplicación de las técnicas de edición genómica. Así, se indica que «los métodos de mejora vegetal de precisión como la edición del genoma con CRISPR son herramientas innovadoras que tienen el potencial de ayudar a alcanzar estos objetivos de una manera más rápida y eficiente».

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Acceso a las herramientas de mejora vegetal
Para desarrollar estas variedades, el personal especializado debe tener acceso a la gama más amplia posible de herramientas de mejora vegetal. La adición más reciente a la caja de herramientas es la mejora de precisión con CRISPR, que permite desarrollar las variedades de cultivos deseadas de una manera más rápida, relativamente simple y mucho más dirigida en comparación con las técnicas anteriores.

A pesar de ello, en la carta se destaca que «la interpretación actual de la legislación europea (caso C–528/16) impide el uso de la edición del genoma para la agricultura sostenible y la producción de alimentos en la UE». La coincidencia con la publicación el 25 de julio se ha dado justo un año antes el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) había dictaminado que «las plantas obtenidas mediante técnicas de mejora de precisión como CRISPR son organismos modificados genéticamente (OGM), a diferencia de los productos producidos con técnicas de mejora mucho menos precisas, que están exentas de la legislación OGM».

Al respecto creen que «esto es altamente problemático ya que la legislación europea sobre OGM presenta un umbral reglamentario inalcanzable para los institutos de investigación y las pequeñas empresas de mejora. Dicha legislación es simplemente demasiado complicada y costosa de cumplir para la mayoría de estos centros y pequeñas empresas».

Los científicos y científicas que han firmado el escrito consideran que la legislación de la UE sobre OMG se diferencia de la legislación en muchas otras naciones, ya que «la incapacidad para comercializar cultivos con el genoma editado en Europa causará un efecto inhibitorio en las inversiones en I+D en el sector de la mejora de plantas europea. El resultado será que el desarrollo futuro de variedades beneficiosas de manera más rápida y mucho más directa se detendrá en Europa, mientras el resto del mundo adopta la nueva tecnología».

Por todo lo mencionado, las personas y entidades que han firmado el escrito piden una pequeña revisión de la legislación europea «para armonizarla con el marco legal de otras naciones, de forma que permitiría a especialistas y personas que mejoran las plantas, así como otras que se dedican a la agricultura y la producción en Europa incluir la edición del genoma como una de sus herramientas».

«Otros países aplican legislaciones que están más adaptadas al estado actual del conocimiento científico, y excluyen a las plantas que tienen alteraciones que también podrían ocurrir naturalmente o como resultado de actividades de mejora convencionales», han señalado. Lo que en otras palabras quiere decir que en estos países «las plantas con el genoma editado no están sujetas a la legislación de OGM, lo que permite utilizar la edición del genoma para lograr una agricultura y producción de alimentos más sostenibles».

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