Un estudio revela que la aplicación de plaguicidas mediante riego por goteo es menos contaminante

La investigación muestra una disminución drástica en los niveles de plaguicidas detectados en la orina de los agricultores

 

Un consorcio de investigadores de la Comunitat Valenciana ha investigado los efectos que el uso de plaguicidas en la agricultura tiene sobre la salud y el medio ambiente, centrándose en la evaluación de un sistema de riego por goteo en el que estos son aplicados directamente sobre la raíz de las plantas. Los resultados obtenidos en el estudio muestran que el uso de sistemas de irrigación por goteo, en comparación con la pulverización tradicional, disminuye la diseminación de plaguicidas desde el agua de riego al aire y al cuerpo humano.

La investigación ha sido realizada por investigadores del Área de Seguridad Alimentaria de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio) –dependiente de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública–, que ha liderado el proyecto, junto con la Comunidad de Regantes Canal Júcar Túria Sector II l’Alcúdia y las empresas JAP Energéticas Medioambientales SL y Qualitas.

Vicent Yusà, responsable del Área de Seguridad Alimentaria de la fundación Fisabio, ha manifestado que «hemos encontrado que, aplicando los plaguicidas con el riego por goteo, no se produce el efecto deriva que si se produce cuando se aplican por pulverización».

«También hemos observado una disminución muy importante en los niveles de plaguicidas a los que se exponen los agricultores que administran el tratamiento en los cultivos», ha comentado, Antonio López, investigador del proyecto. Para añadir que «estos niveles han disminuido entre un 35% y un 95% respecto al sistema convencional de aplicación por spray, dependiendo del tipo de plaguicida analizado».

El estudio se ha realizado sobre cultivos de cítricos, frutales de hueso y caquis en la Comunidad de Regantes de l’Alcúdia, que abarca en total una superficie de 813 hectáreas distribuidas entre este municipio, Alzira y Guadassuar. El análisis se ha realizado comparando parcelas donde los plaguicidas se aplicaron por irrigación con el sistema por goteo con otras zonas adyacentes tratadas con el sistema tradicional de pulverización. Durante los 21 meses en los que tuvo lugar la irrigación se analizó la presencia en el aire de más de 70 plaguicidas en ambos tipos de parcelas mediante muestreo en aire con captadores de alto volumen.

Asimismo, se tomaron más de 100 muestras de orina de agricultores para analizar los niveles de más de 10 metabolitos (sustancias producidas por el organismo al degradar un plaguicida).

«En la orina de los agricultores que han utilizado el riego por goteo, observamos un nivel 25 veces inferior del metabolito indicador de la presencia del plaguicida metil-clorpirifos, una sustancia que tiene potenciales efectos sobre la función de la tiroides», ha explicado Olga Pardo, investigadora del Área de Seguridad Alimentaria de Fisabio y experta en el análisis químico y la evaluación del riesgo de contaminantes del entorno, quien ha supervisado la realización y análisis de las muestras.

Pardo ha comentado al respecto que «también observamos una disminución de 5 veces del metabolito del plaguicida imidacloprid, una sustancia moderadamente tóxica catalogada como probable carcinógeno, y una disminución de 8 veces del metabolito del plaguicida pendimetalina, un compuesto que aumenta el riesgo de padecer cáncer de páncreas». Todas estas sustancias están autorizadas actualmente y sus efectos se están investigando en los últimos años para adecuar las recomendaciones y regulación sobre su utilización.

Una parte de los resultados obtenidos ya han sido publicados en dos artículos de investigación en las revistas científicas Talanta (con el título ‘Evaluation of sampling adsorbents and validation of a LC–HRMS method for determination of 28 airborne pesticides’) e International Journal of Environmental Analytical Chemistry (bajo el título ‘Selection of sampling adsorbents and optimisation and validation of a GC–MS/MS method for airborne pesticides’).

El estudio se ha efectuado entre 2015 y 2018 y se ha financiado con 784.325 euros por la Unión Europea (UE) en el proyecto IRRILIFE ('Environmentally efficient use of pesticides by localized irrigation systems'), cuya finalidad era reducir el uso de plaguicidas en la agricultura y minimizar el impacto de los mismos en la atmósfera a través de la puesta en práctica de una nueva metodología de aplicación menos contaminante, más respetuosa con el medio ambiente y, al mismo tiempo, más eficaz.Un consorcio de investigadores de la Comunitat Valenciana ha investigado los efectos que el uso de plaguicidas en la agricultura tiene sobre la salud y el medio ambiente, centrándose en la evaluación de un sistema de riego por goteo en el que estos son aplicados directamente sobre la raíz de las plantas. Los resultados obtenidos en el estudio muestran que el uso de sistemas de irrigación por goteo, en comparación con la pulverización tradicional, disminuye la diseminación de plaguicidas desde el agua de riego al aire y al cuerpo humano.

 

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