El sector vitivinícola europeo prevé una producción de 144 millones de hectolitros (Mhl) de vino y mosto para la campaña 2024. Esta cifra, facilitada por el grupo de trabajo sobre el vino del Copa–Cogeca, representa una disminución de casi el 3 % con respecto al año anterior y está un 10 % por debajo del promedio de los últimos cinco años. Este descenso refleja los retos a los que se enfrenta el sector, sobre todo por lo que se refiere a las condiciones climáticas adversas.
Entre los principales países productores de vino de la Unión Europea (UE), Francia, Alemania y Portugal han experimentado caídas en la producción en comparación con 2023, del 21,7 %, 8,7 % y 7,9 %, respectivamente. Por el contrario, Italia y España han registrado aumentos del 7 % y del 17,6 %. A pesar de estos incrementos, todos los principales productores no han alcanzado su producción promedio de cinco años, continuando una tendencia a la baja desde 2019.
La temporada 2024 ha estado marcada por un clima impredecible y los efectos persistentes de sequías recientes, que se ha traducido en cosechas inconsistentes en todas las regiones. Además, la inflación y el aumento de los costes de la cadena de suministro (incluidos el vidrio, el gas, el transporte y los fertilizantes) han supuesto un crecimiento de los gastos de producción. El incremento del coste de los préstamos también ha dificultado que los productores accedan al crédito para las inversiones necesarias para desarrollar sus negocios.
Las medidas de crisis aplicadas en algunos Estados miembros han contribuido a aliviar la presión del mercado, y se está llevando a cabo un seguimiento continuo para evaluar su impacto. A medida que la demanda interna ha ido disminuyendo, la importancia de las exportaciones a terceros países ha aumentado, lo que hace que las medidas de promoción sean cruciales para la estabilidad del mercado.
Luca Rigotti, presidente del grupo de trabajo sobre el vino del Copa–Cogeca, ha manifestado que «las cifras de producción de este año no hacen más que confirmar la tendencia del mercado europeo del vino. Este atraviesa un periodo difícil y complejo, con altos costes de producción y dinámicas internacionales que le afectan. Sin embargo, sigo siendo optimista sobre la resiliencia y el espíritu empresarial de nuestros agricultores».
La temporada vitivinícola de 2024 ha puesto de manifiesto los importantes retos a los que se enfrentan los productores europeos de vino, como las incertidumbres climáticas y las presiones económicas. A pesar de estos obstáculos, la resiliencia de los productores y los debates estratégicos en curso proporcionan un optimismo cauteloso para el futuro del sector vitivinícola europeo. A continuación, se expone un resumen de la evolución de esta última campaña en los principales países productores.
España
A pesar de las difíciles condiciones climáticas (sequía), es junto con Italia el único gran país productor de la UE que muestra signos positivos, con un aumento del 18 % en la producción, para un total de 38,1 Mhl. El cambio climático está provocando adelantos en el inicio de la cosecha y, por ejemplo, algunas zonas han comenzado la vendimia en la segunda quincena de julio. El incremento de la producción se debe, principalmente, al buen comportamiento de los viñedos de Castilla–La Mancha, que representa más de la mitad de la producción nacional y que ha presentado un crecimiento del 23 % respecto al año pasado, mientras que otras regiones como Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón y Murcia han seguido la tendencia ligeramente a la baja del año pasado debido a la grave escasez de agua.
Fernando Ezquerro, presidente sectorial de Vino de Cooperativas Agro–alimentarias de España, ha participado en el evento anual de la vendimia del Copa–Cogeca y se ha reunido con la Comisión para trasladar las demandas de las bodegas cooperativas. Entre estas, destacan la importancia de que reciban la ayuda máxima en la Intervención sectorial ‘inversiones materiales e inmateriales’, independientemente de su tamaño, al igual que las pymes.
Por otra parte, ha defendido que el vino debe continuar siendo parte de la política de promoción en las mismas condiciones que el resto de los sectores productivos. Además, en la situación actual, con exceso de oferta de vino frente a la demanda, y afectados por el cambio climático, «no se entiende la posibilidad de continuar utilizando la sacarosa dentro de las prácticas enológicas permitidas en la UE».
En cuanto a la exportación a países terceros, Ezquerro ha solicitado que los vinos puedan exportarse cumpliendo sólo las exigencias del país de destino y no obliguen a incorporar el etiquetado nutricional y de ingredientes.
Francia
Se espera una cosecha relativamente baja. Esto puede provocar que de terminar en primer lugar en el podio el año pasado como el mayor productor mundial, ahora ocupe el tercer lugar. Ello obedece a dos tendencias principales: la situación climática cada vez más difícil, que hace que los viñedos franceses tengan dificultades para gestionar el agua y el impacto de las sequías de años anteriores que han debilitado los viñedos. Para la mayoría de estos, la floración tuvo lugar en condiciones frías y húmedas, lo que llevó a la caída de flores y bayas y a la formación de uvas pequeñas. Además, los episodios de heladas y granizadas han contribuido a la disminución de la cosecha. La política de arranque que el sector y el gobierno han puesto en marcha aún no ha tenido un impacto real en la producción, con la excepción de la región de Burdeos. El nuevo programa de arranque definitivo, que abarcará hasta 30.000 ha, tendrá un impacto en la cosecha de 2025. «La campaña de 2024 ha supuesto un desafío para los viñedos franceses, ya que algunas áreas han sufrido sequías y, otras, exceso de agua y enfermedades, lo que ha provocado variaciones significativas en los rendimientos y algunos productores hayan perdido toda su cosecha. El apoyo del gobierno al plan de arranque ha ayudado a ajustar el potencial de producción, atendiendo las demandas de los profesionales. Sin embargo, también son necesarias medidas temporales de arranque, que se han solicitado desde hace varios meses», ha comentado Ludovic Roux, presidente de los Vignerons Coopérateurs d'Occitanie y vicepresidente del grupo de trabajo sobre el vino del Copa–Cogeca.
Italia
Con 41,5 Mhl (estimado) de vino y mosto recuperará el primer lugar como mayor productor mundial. Esto representa un aumento en comparación con la cosecha del año anterior, aunque todavía un 12 % inferior a la media de los últimos cinco años. Ha sido una vendimia difícil con una clara diferenciación entre el norte y el sur del país: en el norte, las malas condiciones climáticas (episodios de granizadas e intensas lluvias durante la primavera), han incrementado el trabajo en los viñedos, necesario para asegurar su salud y han aumentado las preocupaciones sobre el desarrollo de enfermedades de las plantas. Por el contrario, el sur ha sufrido una fuerte sequía que ha afectado al rendimiento de las vides y ha aumentado la preocupación por el futuro. Las fuertes lluvias esporádicas de agosto no han compensado la escasez estructural de agua y han provocado el adelanto de las operaciones de cosecha. En general, la calidad de la cosecha será muy alta en comparación con el año anterior, donde episodios prolongados de mildiu afectaron a buena parte de los viñedos. Por regiones, se espera un aumento de un 0,6 % en el norte, en comparación con el año anterior, en las regiones centrales de un 29,1 %, mientras que en el sur y las islas de un 15,6 %.
Alemania
La reducción de la producción en comparación con el año pasado (–8,7 %) ha sido causada por las difíciles condiciones meteorológicas. Los viñedos alemanes han experimentado cierto estrés en la primera mitad del año: las heladas en algunas regiones y el clima excepcionalmente lluvioso en todo el país han provocado una reducción del rendimiento (especialmente en Sajonia y Saale–Unstrut, donde la caída de la producción ha alcanzado hasta el 80% del potencial). Las condiciones húmedas han aumentado el riesgo de infecciones por mildiu y oídio. Contrariamente a lo previsto, se ha vendimiado una buena materia prima y se prevé una excelente cosecha. Debido al buen suministro de agua, las vides almacenan una gran cantidad de minerales, lo que conduce a la producción de vinos ricos en extracto y mineralidad. La larga fase de maduración también ha tenido un efecto positivo en el desarrollo de los aromas en las bayas. «Creemos que el vino blanco de Alemania, en particular, tiene el potencial de satisfacer los gustos actuales de los consumidores este año», ha declarado el secretario general de DWV y vicepresidente del grupo de trabajo sobre el vino del Copa–Cogeca, Christian Schwörer.
Otros países
En los países que representan una fracción menor de la producción europea de vino este 2024, se espera que Portugal, Austria, Rumanía y los Países Bajos experimenten una importante reducción de su producción, con una disminución de, respectivamente, el 8 % (6,9 Mhl), 19 % (1,87 Mhl), 25 % (3,7 Mhl) y 45 % (7.000 hl) en relación con la cosecha anterior. Esta reducción de la producción ha sido causada por las heladas en primavera y un verano caluroso y seco, los efectos del viento en abril, las floraciones fallidas y las lluvias torrenciales en junio, así como algunos episodios de oídio y Peronospora.