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Enología

 

 

 

 

 

 

 

La vendimia ha arrancado en Navarra principalmente en la zona de Ribera, zona Media y Rioja–Navarra, y lo ha hecho con variedades blancas y algún ‘Tempranillo’. «En líneas generales la situación es adecuada», ha señalado el equipo técnico del INTIA, que se encarga de ofrecer asesoramiento agrícola a particulares, cooperativas y bodegas navarras.

El estado sanitario del viñedo es bueno, en general. A pesar de la primavera lluviosa apenas han existido ataques fuertes de mildiu, aunque posteriormente sí ha habido alguna presencia de este tipo de hongo, en concreto del larvado. Por otra parte, en la segunda mitad de junio, se registró un adelanto en los casos de oídio dado que las infecciones significativas se han producido entre una semana y diez días antes de lo que suele ser habitual. Asimismo, ha sido más significativa la presencia de oídio en hoja respecto a lo detectado en campañas anteriores.

En el caso de Navarra, la campaña se ha caracterizado por una estación primaveral con más lluvias, no obstante, a mediados de julio las cepas ya presentaban síntomas de carencia de agua, una merma que se ha podido compensar en muchos casos por la disponibilidad de riego.

Las producciones están en niveles medios, siendo inferiores a la campaña pasada, «con racimos de tamaño medio y bastante sueltos», han matizado desde el equipo técnico de INTIA especializado en vitivinicultura. El ‘Tempranillo’ ha cuajado bien en general, mientras que la ‘Garnacha’ ha presentado un buen cuajado en la zona de la Ribera, Zona Media y Rioja–Navarra, y un cuajado irregular en la zona de Baja montaña. Por todo ello, puede considerarse que «la vendimia será de una producción controlada, con un buen estado sanitario».

En la 32ª Fiesta de la Vendimia de Olite/Erriberri se ha simbolizado la apertura oficial de la temporada, «con una previsión de producción inferior en un 9% menos en relación al año pasado, que en términos absolutos se traduce en unos 53 millones de kilos de uva que se recogerán en la Comunidad Foral». En el acto se ha destacado que la situación del sector en Navarra es muy positiva «puesto que mantiene los niveles de producción y de calidad del vino».

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La sequía que ha afectado a Cataluña ha alcanzado niveles alarmantes en la Terra Alta (Tarragona), provocando una reducción drástica de la producción vitivinícola en esta campaña 2024. Un estudio realizado por JARC (Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Cataluña) sobre una muestra de 39 explotaciones agrícolas de la comarca revela pérdidas de cosecha que oscilan entre el 40% y el 90% en las zonas de secano, y entre el 10% y el 60% en las de regadío.

Esta situación excepcional se ha agravado por la falta de efectividad de los riegos de apoyo, que han supuesto un aumento exponencial de los gastos en agua sin garantizar la supervivencia de los viñedos. A pesar de las inversiones efectuadas en riego, muchos agricultores han visto cómo sus cosechas se han reducido significativamente.

JARC ha alertado sobre la gravedad de la situación y ha solicitado a las administraciones competentes la activación de medidas extraordinarias para atender a las necesidades del sector. En reuniones con representantes del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP), la organización «ha pedido ayudas específicas para los cultivos de secano, como el cereal, el olivo y los frutos secos, además de la viña».

Las pérdidas generadas por la sequía tienen un impacto económico y social relevante para los agricultores de la Terra Alta. Además de las reducciones en los ingresos, «muchas explotaciones se ven obligadas a endeudarse para hacer frente a los gastos derivados de la sequía».

Por todo ello, JARC insiste en la necesidad de implementar medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía y garantizar la viabilidad del sector agrícola en esta comarca. Entre sus demandas destacan: ayudas directas, líneas de crédito preferentes y planes de reconversión.

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Los viticultores que estas semanas están en plena vendimia han advertido que «podemos resistir la embestida del cambio climático, pero no del mercado». Se trata de un sector fundamental para España, presente en más del 40% de los municipios, del que depende el 2% del PIB nacional y crea más del 2% de los puestos de trabajo del país.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha realizado una rueda de prensa para explicar las causas de la crisis en este sector y las medidas que pueden detenerla.

El responsable sectorial de UPA, Alejandro García–Gasco, ha hablado de la falta de rentabilidad y la amenaza del cambio climático como principales retos. Sin embargo, los productores «están esforzándose para adaptarse a la cuestión ambiental, a pesar de los graves problemas causados por la cuestión económica».

La razón mayoritaria es el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria «de la que no se salva ninguna zona», han señalado desde UPA. Y es que en todos los territorios han detectado casos de industrias que no firman un contrato previo con los viticultores. «No nos ha temblado la mano y hemos hecho denuncias ante las que la AICA (Agencia de Información y Control Agroalimentario) ya ha hecho inspecciones», ha apuntado García–Gasco.

El representante de UPA ha puesto como ejemplo que «en el sector del aceite o de los frutos secos se habla en euros por kilo de aceituna y de pistacho o almendra, pero en el viñedo se habla de pesetas por kilo de uva para que aparente algo. Es indigno. Un kilo está sobre 30 céntimos y es necesario sobre un kilo y medio para elaborar una botella de vino». Asimismo, ha reconocido la influencia de la política internacional, preocupando «las próximas elecciones en Estados Unidos, porque el señor Trump puede volver a poner aranceles al vino español».

Por su parte, José Manuel Delgado, técnico de la organización agraria, ha recordado el daño causado por el Brexit. «Ante los aranceles de nuestro producto, en Reino Unido empezó a aumentar la importación de otros países como Australia», ha señalado.

Además, desde UPA han resaltado «alarmantes descensos» en el consumo que también tiene su repercusión en la «asfixiante falta de rentabilidad». Una cuarta parte de lo que consumimos se queda en España, el resto se va fuera. Pero tanto a un lado como al otro de la frontera, el consumo ha descendido mucho desde el estallido de la crisis del COVID.

A esto hay que sumar los movimientos antialcohol que meten en el mismo saco el alimento de la vid con otros productos sin importancia social y económica en España, como las cervezas y los espirituosos. Ante el último de estos ataques, el anteproyecto de Ley lanzado por el Ministerio de Sanidad el pasado julio para frenar el consumo de alcohol en menores, UPA ha pedido la protección del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para el sector vitícola, «el vino nada tiene que ver con los problemas de consumo entre menores».

Todo esto se hace palpable en la demanda de plantaciones de nuevo viñedo: ha bajado un 45% en comparación al año pasado.

UPA ha recordado que esta crisis se extiende a toda Europa, a la que ha pedido que actúe para apoyar al sector. En ese sentido, el próximo 11 de septiembre se reunirá el Grupo de alto nivel sobre el futuro del sector del vino creado por la Comisión Europea. UPA ha planteado medidas dirigidas a dicho Grupo, consensuadas con carácter general con el conjunto del sector en la interprofesional del vino) y ante el MAPA.
 

Decálogo de propuestas

Desde UPA, los viticultores profesionales proponen a todas las Administraciones un decálogo de medidas que, en su opinión, puede mantener la importancia del sector «si se aplica de manera urgente». Cabe recordar que en julio UPA ya remitió al MAPA las dos últimas propuestas de cara a la modificación de la ISV (intervención sectorial vitivinícola) en el PEPAC:

• Congelación de autorizaciones de nuevas plantaciones para 2024, 2025 y 2026.
• Transferir recursos no utilizados de un año a otro.
• Ayudas a arranques en diferido (ampliación del plazo de reestructuración).
• Ayudas a arranques definitivos con carácter social. Al contrario de los dos arranques producidos anteriormente, que la PAC relacionaba con el rendimiento, en este UPA pide fondos extraordinarios dirigidos a viticultores mayores o que quieran dejar el sector.
• Flexibilidad en la capacidad de reacción ante crisis.
• Mantener los fondos europeos para la promoción del producto.
• Apoyo a las actuaciones en relación a los efectos del cambio climático en el sector vitivinícola: adaptación, mitigación y sumideros.
• Reforzar la investigación e innovación en el sector.
• Apoyo a la producción de vino ecológico (producción en incremento que ya supone en España más del 16% de la superficie de viñedo, siendo el primero a nivel mundial).
• Apoyo a las inversiones en explotaciones vitícolas, medida que ya se aplica en los países de nuestro entorno y sin la que nuestro sector puede quedarse atrás.
• No conceder ayudas públicas de inversión o promoción a aquellas empresas que incumplen la Ley de la cadena agroalimentaria.

Por último, respecto a la vendimia de este año, UPA prevé una cosecha normal, de alrededor de 38 millones de hectolitros, después de dos años de muy bajas producciones, en especial la de 2023. Así, se parte de un nivel bajo de existencias (un 16,5 % inferior al año pasado).

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El cava Codorníu Ars Collecta Blanc de Noirs Reserva 2019 sigue sumando reconocimientos; ahora, por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que lo ha galardonado en la modalidad de vino espumoso. El premio forma parte de los Premios Alimentos de España 2024.

Según ha señalado el MAPA, «el espumoso ganador combina las variedades de uva ‘Pinot noir’, ‘Xarel.lo’ y ‘Trepat’, que otorgan al vino un sabor ácido al tiempo que elegante, de gran personalidad y de marcado carácter frutal. Es de color amarillo pajizo, con reflejos dorados, burbujas delicadas y corona persistente y uniforme. En nariz predominan los aromas florales y a frutos rojos procedentes de la variedad ‘Pinot noir’ y, en boca, presenta un sabor fresco, cremoso y de mucho cuerpo».

Este mismo año, este cava ha obtenido un Gran Bacchus de Oro en el Concurso Internacional de Vinos Bacchus, la máxima distinción de este certamen donde se catan a ciegas vinos procedentes de las grandes regiones vitivinícolas del mundo. Al ser el único de su categoría en obtener este premio, se convertía en el Mejor Cava Blanco de Noirs según este certamen.

Codorníu Ars Collecta Blanc de Noirs 2019 «es un cava de extraordinaria elegancia, propiciada por la variedad ‘Pinot noir’, combinada con una alta acidez, que abre un abanico de experiencias gastronómicas y con exquisitos aromas de flores blancas y frutos rojos», según ha explicado la bodega en un comunicado.

Pertenece a la colección de alto prestigio de Codorníu Ars Collecta, que nació en 2016 con 5 cavas. Durante su primer año, agotó todas las existencias en apenas unos meses. Un año más tarde, en 2017, se estrenó con la calificación de ‘Paraje Calificado’ y 5 años después de su nacimiento, ya incluía 8 cavas exclusivos con ediciones limitadas, sus ventas habían crecido casi un 70 % y había recibido más de 120 premios y reconocimientos a su calidad.

Ars Collecta se compone de nueve cavas: tres cavas Reserva (Blanco de Blancos, Blancos de Noirs y Grand Rosé); Jaume Codorníu y Josep Raventós; tres cavas de Paraje Calificado –La Fideuera, El Tros Nou y La Pleta–; y 459, con un coupage de los tres parajes calificados.

www.codorniu.com

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El sábado 7 de septiembre finaliza el plazo de presentación de los proyectos de candidaturas a Ciudad Europea del Vino 2025, el título que otorga cada año RECEVIN (Red Europea de Ciudades del Vino), a la que pertenecen más de 600 ciudades de once países europeos en las que el vino es la principal seña de identidad. En la fase definitiva de este año, la localidad aragonesa de Cariñena competirá con la valenciana de Requena. La decisión se conocerá en la reunión que RECEVIN celebrará en Bruselas en la segunda quincena del mes de octubre.

El Ayuntamiento de Cariñena (Zaragoza), en colaboración con la Denominación de Origen Cariñena y la Ruta enoturística del Vino de las Piedras, lleva tiempo trabajando en esa iniciativa y, de momento, ha conseguido ya «el respaldo unánime de las principales instituciones y de numerosas entidades de la sociedad aragonesa». Esta misma semana, responsables del Gobierno de Aragón y de la Diputación Provincial de Zaragoza se han desplazado a Cariñena para transmitir un apoyo «firme» y «sin fisuras» al proyecto. A ese consenso se han sumado otras instituciones como las Cortes de Aragón.

Por su parte, la D.O. Utiel–Requena, que representa a más de 4.500 agricultores y abarca más de 30.000 hectáreas de viñedo, ha expresado su sólido apoyo a la candidatura que ha impulsado el Ayuntamiento de Requena. Con una tradición vinícola de 2.600 años y la emisión de más de 30 millones de contraetiquetas, esta demarcación tiene «una oportunidad única» para resaltar su valor en el escenario europeo.

Cabe resaltar que el título de Ciudad Europea del Vino 2025 promoverá el enoturismo, impulsará el desarrollo económico y proporcionará un apoyo significativo a las familias y negocios del sector vitivinícola de la población elegida. Este 2024 ha ostentado este reconocimiento la región del Alto Piamonte y Gran Monferrato (Italia).

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La vendimia en la Denominación de Origen Terra Alta arrancó hace un par de semanas con la cosecha de las variedades blancas más tempranas, y en los últimos días se ha comenzado a vendimiar también la ‘Garnacha blanca’, emblema de la zona. 

Hasta ahora, el Consejo Regulador ha contabilizado la entrada de 770.000 kilos de uva con un estado fitosanitario muy bueno y una calidad excelente. El 47% del total vendimiado hasta el momento es de la variedad mencionada. 

Desde el Consejo Regulador aseguran que las previsiones para la actual campaña pasan por «una reducción de la producción que estaría alrededor del 25% en términos generales, pero que incluso puede superar el 50% en viñedos de secano».

Asimismo, tienen claro que esta caída es «fruto de la sequía extrema que sufre la comarca, con una media de solo 255 litros entre octubre del año pasado y este agosto respecto a los 500 litros de media de los últimos años». 

Ante esta situación, la D.O. Terra Alta «prevé que esta cosecha sea una de las más bajas de los últimos años, con una producción que no superaría, según las previsiones iniciales, los 30 millones de kilos vendimiados frente a los 36 millones de la pasada campaña, que ya fue inferior a la media de la zona».

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Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla en colaboración con investigadoras de la Universidad Pablo de Olavide y el IFAPA ‘Rancho de la Merced’ (Jerez de la Frontera, Cádiz) ha confirmado en un estudio que la cubierta vegetal de una leguminosa sobre vides de la variedad ‘Syrah’ mejora el potencial aromático de los mostos. Se trata de la primera vez que se confirma que la cubierta vegetal de Zulla, una planta leguminosa que crece con frecuencia en los viñedos gaditanos, junto a factores como un clima cálido y lluvias moderadas, «favorecen las cualidades aromáticas de los vinos producidos con la variedad ‘Syrah’».

En el artículo ‘Under–vine Zulla cover crop: Effect on glycosidic aroma precursors of Vitis vinifera L. cv Syrah musts’, publicado en Scientia Horticulturae, las expertas han explicado que compararon diferentes tratamientos agronómicos en el cultivo de la variedad de uva Syrah en los viñedos de IFAPA ‘Rancho de la Merced’ (Cádiz). Para ello, se plantaron en dos parcelas, una de cultivo convencional y otra de ecológico. En esta última, se dejó crecer una cubierta vegetal de Zulla, recurso de la agricultura ecológica que protege el suelo de la erosión, mejora el balance hídrico, la calidad del aire y la resistencia vegetal ante plagas, entre otros beneficios.

 

40 compuestos glicosilados

Durante tres años consecutivos, analizaron con técnicas químicas los compuestos aromáticos del mosto en ambos tipos de cultivos. De este modo, detectaron en los mostos de ‘Syrah’ un total de 40 compuestos glicosilados, es decir, moléculas precursoras del aroma y responsables de muchas de las cualidades olfativas que se perciben en estos caldos. El equipo científico ha explicado que «esto supone la obtención de frutos de mejor calidad».

«La presencia de este compuesto en las uvas es una de las razones por las que los vinos pueden tener perfiles aromáticos tan complejos y variados. Esta cantidad de precursores glicosilados significa que la uva tiene una gran diversidad de compuestos que contribuirán a su aroma», ha indicado a la Fundación Descubre, Lourdes Morales, de la Universidad de Sevilla.

Para las expertas esta mejora de las cualidades aromáticas se debe a la competencia entre la Zulla y las vides, dado que la presencia de ambas especies en el mismo terreno hace que ambas tengan menos recursos nutritivos e hídricos. Este estrés en determinadas etapas del ciclo vegetativo de la vid, que tienen lugar entre octubre y marzo, favorece la producción de compuestos aromáticos en las uvas, enriqueciendo así su perfil sensorial.

De este modo, el equipo investigador concluyó que los efectos de la Zulla dependen en gran medida de la climatología de cada cosecha, sugiriendo que su empleo podría ser favorable para variedades como ‘Syrah’. Estos resultados permiten que «el agricultor elimine las tareas de laboreo y uso de herbicidas implantando cubiertas vegetales que enriquezcan el suelo sin que esto tenga un efecto contraproducente en el aroma de los vinos».

El siguiente paso de las investigadoras será aplicar esta estrategia durante más campañas «para explorar nuevas formas de mejorar las cualidades sensoriales del vino, reduciendo, al mismo tiempo, el uso de agroquímicos y reduciendo el impacto medioambiental».

Este estudio ha sido financiado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía en el marco del Programa Operativo Andalucía FEDER 2014–2020. Asimismo, ha recibido apoyo de IFAPA a través del proyecto ‘Investigación e Innovación Tecnológica en Vitivinicultura’ y el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural.

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La vendimia de la Denominación de Origen Protegida Jumilla se ha iniciado de forma muy tranquila con la recolección de las variedades blancas más tempranas. Comenzó el 29 de julio, y aunque una primera impresión de la temporada podría avistar el adelanto de la cosecha, el ritmo ahora es normal y no se considera que vaya adelantada. A día de hoy, se puede decir que la ‘Sauvignon Blanc’ y otras variedades como la ‘Moscatel de Grano Menudo’ o la ‘Malvasía’ están prácticamente vendimiadas. Estas variedades suponen menos de un 1% de la producción total de uva en esta denominación.

En cuanto a tintas, las más tempranas como ‘Syrah’, ‘Merlot’ y ‘Tempranillo’, también se encuentran en proceso de vendimia, mientras que la ‘Monastrell’, la variedad mayoritaria que representa un 70% de la producción total, se ha iniciado tímidamente esta semana.

Este será un año climatológico muy difícil para el secano, marcado por tercer año consecutivo por la sequía, que ha provocado que muchas cepas no broten o incluso se sequen. Se espera que la producción del viñedo de secano «sea inferior a la del año pasado, llegando a una reducción de hasta el 50% respecto a una campaña habitual en algunas viñas».

El grano de la uva se presenta de menor tamaño en un racimo más pequeño, pero de muy buena calidad. La ausencia de plagas y enfermedades es, como viene siendo habitual, la tónica de la recolección en la D.O.P. Jumilla. Sin embargo, en algunas partes del norte de la denominación, en los municipios de Albatana, Ontur o Fuente Álamo, se observa como algunas viñas han estado afectadas por el ataque de los conejos.

En el caso del regadío, la producción se mantiene estable. Pero la situación del viñedo de secano es crítica, y los viticultores precisan de ayudas adaptadas a las adversidades climatológicas que sufre la comarca. Por esta razón, el pleno del Consejo Regulador, reunido en julio para validar las normas de campaña, «aprobó por unanimidad eliminar las tasas para los agricultores con plantaciones en régimen extensivo, mayoritariamente de secano, y reducir a la mitad las tasas de aquellas viñas plantadas en intensivo, que son en su mayoría de regadío». 

El Órgano de Control del Consejo Regulador ya está en marcha actualizando las parcelas que este año declararán uva, y llevando a cabo los controles de calidad pertinentes en lo que se refiere a controles de rendimientos máximos autorizados, y entrada de uva en bodega, siempre para garantizar el origen y la calidad en los vinos D.O.P. Jumilla.

Todavía es pronto para las estimaciones finales de la cosecha 2024. Con aproximadamente el 5% del viñedo vendimiado, «es momento de mirar al cielo y reaccionar ante posibles fenómenos climatológicos adversos, como tormentas o granizo». Jumilla cerrará la vendimia entre finales de octubre e inicio de noviembre, con la recolección de la ‘Monastrell’ situada más al norte de la D.O.P., y los primeros datos de las bodegas llegarán a la sede del Consejo Regulador a finales de diciembre.

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Bodegas Peñascal ofrece este verano sus frizzantes rosados Peñascal Clásico, Peñascal 5,5% Bajo en Alcohol y Peñascal Sin Alcohol, que, según ha indicado, son «perfectos para disfrutar del sabor fresco y chispeante del rosado de Peñascal de siempre sin límites».

El Peñascal Clásico, con su característico sabor afrutado, suave y dulzón, es ideal para los más jóvenes y viajeros. Su formato en lata slim, más sostenible y reciclable, está en línea con el compromiso de la empresa de ser neutra en carbono y utilizar energía 100% renovable.

Además, Peñascal Sin Alcohol y Peñascal 5,5% «los momentos se alargan con opciones refrescantes para winelovers que buscan brindar con un vino bajo en alcohol o totalmente 0,0%, adaptado a su estilo de vida».

En definitiva, los tres rosados presentan un diseño veraniego y con un envase eco-friendly y reciclable, que «facilita el transporte y la conservación en frío, ideales para llevarlos a la playa, la piscina, barbacoas, picnics o cualquier plan veraniego».
https://bodegaspenascal.es/

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La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), ha puesto en marcha el proyecto ‘Recuperación de la biodiversidad del género Vitis’, mediante el rescate de variedades minoritarias capaces de diferenciar los vinos canarios, con el objetivo «de recuperar y mejorar el potencial productivo de variedades que confieren características diferenciales a estas elaboraciones mediante su desarrollo en condiciones de cultivo agroecológicas».

En este proyecto, aprobado por el Consejo Asesor de Investigaciones Agrarias, liderado por el ICIA y financiado con fondos propios de la Comunidad Autónoma, participan las once Denominaciones de Origen de vinos de Canarias, así como los Cabildos de Tenerife, Gran Canaria, La Palma, Lanzarote, La Gomera y El Hierro, además del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) y el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA).

La iniciativa busca mantener el rico patrimonio vitivinícola de las islas evitando la desaparición de los varietales antiguos considerados mejor adaptados a las condiciones ambientales locales, pero que han ido perdiendo protagonismo con el paso del tiempo a favor de otros mayoritarios en la elaboración de los vinos, como ‘Listán Blanco’, ‘Listán Negro’ o ‘Malvasía Volcánica’, que ocupan casi el 74% de la superficie cultivada en el archipiélago. Con este fin, en 2023, el equipo investigador del proyecto «seleccionó las variedades más interesantes desde el punto de vista agronómico y enológico en colaboración con el resto de agentes que forman parte del estudio».

En esta fase del proyecto, el consejero del área, Narvay Quintero, ha acompañado a la investigadora del ICIA responsable de este programa, Alejandra Lazzaro, y al técnico de la D.O.P. de El Hierro, Alfredo Hernández, en una jornada de trabajo en la isla del Meridiano dirigida a obtener muestras de suelos vitícolas donde se encuentran pies antiguos de variedades minoritarias para obtener microorganismos beneficiosos, en concreto hongos formadores de micorrizas, que se multiplicarán para su inoculación en el material saneado.

Durante la jornada, el titular del departamento ha explicado que tras el paso de la plaga de la filoxera por Europa algunas de las variedades de vid introducidas en las islas en el siglo XV desaparecieron de sus lugares de origen, conservándose solo en lugares concretos de las Islas Canarias. «Durante estos quinientos años se han producido mutaciones y cruzamientos, dando origen a variedades originarias, lo que unido a la gran diversidad de microclimas y suelos donde se cultiva el viñedo, da lugar al rico patrimonio varietal de nuestro archipiélago», ha señalado Quintero. Para agregar, por otra parte, que «el cambio climático pone a Canarias, al igual que a otras regiones europeas, en grave riesgo de desertización; y las medidas para luchar contra esta situación en el sector agrario pasan por conseguir aumentar la biodiversidad de los cultivos, optar por variedades que responden mejor ante el cambio climático, y adoptar manejos que potencien los procesos ecológicos».
 

Inoculación de hongos

En la siguiente fase, a dicho material vegetal se le inocularán las mencionadas poblaciones de hongos, unos microorganismos benéficos y presentes de forma natural en los suelos que, según demuestran diversos estudios científicos, establecen una relación simbiótica con las raíces de las plantas, de manera que ambos organismos se benefician mutuamente, consiguiendo así mejorar la fertilidad de los suelos. El material «se conservará en invernaderos antes de ser trasplantado a parcelas que previamente habrán sido preparadas para el cultivo según principios agroecológicos y se someterán a un seguimiento minucioso para evaluar los distintos indicadores que reflejan la salud del suelo y de la biodiversidad ambiental».
 

Colección de 50 variedades del ICIA

La Finca Isamar del ICIA, en Valle de Guerra, cuenta con una colección de vid que comprende unas 50 variedades, de las cuales más de la mitad son minoritarias y representan a todas las islas donde este cultivo está presente. Estudios previos han permitido la caracterización ampelográfica, molecular, agronómica y enológica de 35 de esas variedades presentes, de las cuales 22 forman parte de la lista de variedades autorizadas y recomendadas para Canarias.

La viña constituye una parte importante del paisaje canario. Ocupa más de 6.000 ha y es el segundo cultivo que más terreno cubre tras la platanera (8.000 ha), representando el 15,8 % de la superficie cultivada en el archipiélago. En Lanzarote y La Gomera es el primero en extensión y más del 90% de la superficie cultivada se encuentra en Tenerife, Lanzarote y La Palma.

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